Depresión: Arquetipos y neurociencia

DEPRESIÓN: ARQUETIPOS Y NEUROCIENCIA
Construyendo un diálogo entre Psicología Analítica y Neurociencia [1]

Pilar Amezaga
Mario E. Saiz

Pilar Amezaga es Psicóloga clínica, Analista Junguiana, Miembro Fundador de la Sociedad Uruguaya de Psicología Analítica (SUPA), Profesora en Psicología Analítica de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica del Uruguay. Mario Saiz es Doctor en Medicina, Psiquiatra, Profesor de Filosofía, Analista Junguiano, Miembro Fundador de la Sociedad Uruguaya de Psicología Analítica (SUPA), Profesor Titular de Psicología Clínica Analítica, Director de la Maestría en Psicología Analítica de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica del UruguayEste trabajo fue presentado en el XVI Congreso Internacional de Psicología Analítica, Barcelona 2004.

El desarrollo de la investigación en el campo de las neurociencias, la imagenología cerebral, la genómica humana, y la neurobiología molecular, nos han planteado la necesidad de rever nuestras cartografías, y especialmente nuestras fronteras entre la biología y la psicología, buscando la construcción de una teoría unificada cerebro-mente.

Desde la neurobiología, Eric R. Kandel, Premio Nóbel de Medicina, nos propone como un próximo paso «la unificación del estudio de la conducta, la ciencia de la mente, y la neurociencia, la ciencia del cerebro. Este último paso nos permitirá lograr un enfoque científico unificado del estudio de la conducta» (Kandel, 2001).

Desde la psicología analítica, Carl G. Jung nos plantea que «indudablemente la idea del unus mundus se basa en el supuesto de que la multiplicidad del mundo empírico se apoya en una unidad subyacente, no en la coexistencia o combinación de dos o más mundos fundamentalmente diferentes (…). La existencia de innegables conexiones causales entre la psique y el cuerpo confirman la naturaleza unitaria subyacente…» (Jung, O.C. 14:# 767)

El encuentro de estas dos propuestas epistemológicas promueve en nosotros una revisión de nuestras cartografías sobre la relación cerebro-mente a través de un camino de interdisciplinariedad, surgido desde las investigaciones realizadas en el campo de las neurociencias (Neurociencia cognitiva), y el campo de las psicociencias (Psicología analítica).

En el marco de la propuesta de Jung de que «la separación de la psicología de los postulados básicos de la biología es puramente artificial, ya que la psique humana existe en una unión indisoluble con el cuerpo» (Jung, O.C. 8: # 232), es que estamos desarrollando un dominio propio llamado Psiconeurociencia [2]. Nuestro propósito es contribuir con el diseño de una cartografía unificada de la relación cerebro-mente.

Partiendo de los estudios realizados en torno al concepto de arquetipo por A. Stevens (2003), G. Hogenson (2003), y J. Knox (2003), y los estudios neurobiológicos y neuroepistemológicos de H. Maturana (1996) y F. Varela (1988) nos proponemos, desde el dominio de la Psiconeurociencia, una re-visión de la noción de arquetipo que nos permita definirlo como un patrón de organización.

El concepto de arquetipo formulado por Jung es el concepto más importante de la Psicología Analítica ya que nos permite trascender el sentido restringido del símbolo como signo, para incorporarlo como una función estructurante a la totalidad del Self personal, cultural y planetario. Jung describió los arquetipos como las matrices del inconsciente colectivo de la especie humana

«Los arquetipos son, por definición, factores y motivos que ordenan los elementos psíquicos en ciertas imágenes, caracterizadas como arquetípicas, pero de tal forma que sólo se pueden reconocer por los efectos que producen. Ellos (..) presumiblemente forman las dominantes estructurales de la psique en general.» (Jung, O.C,11: # 222).

Lo arquetípico pertenece a un nivel de experiencia que es diferente del nivel explicativo de su definición. Como primer paso, basándonos en la reconstrucción de nuestras cartografías, reconsideraremos su definición desde el nivel explicativo. La definición de Jung de los arquetipos «como factores y motivos que ordenan los elementos psíquicos…», nos permite postular una re-definición del arquetipo como un patrón de organización. Destacamos precisamente su carácter ordenador de los elementos psíquicos, haciendo extensiva esta capacidad ordenadora, propia a cada patrón específico, a toda la psique.

Partiendo del pensamiento de Jung, nuestra propuesta se va ir consolidando e enriqueciendo con los aportes de la neuroepistemología de Maturana y Varela (1987) quienes establecen una distinción clave entre organización y estructura. También integramos los aportes de Stevens (2003:71) [3] , y de la epistemología simbólica de Byington (1996,2003:23), cuando plantean una ampliación de la noción de arquetipo para incluir las manifestaciones conscientes además de las inconscientes.


ARQUETIPO: PATRÓN DE ORGANIZACIÓN

Por patrón de organización de un sistema vivo entendemos el conjunto de las relaciones entre sus componentes que caracteriza al sistema como perteneciente a una clase determinada, sea una ameba, un narciso o un cerebro humano. La descripción de dicha organización es una descripción abstracta de las relaciones y no de sus componentes. Constituye lo que Maturana (1996) ha definido como patrón de organización de un sistema.

La estructra due un sistema refiere a los componentes y sus relaciones, la estructura es la corporeización del patrón de organización. En definitiva, el patrón de organización de un sistema es independiente de las propiedades de sus componentes, de modo que toda organización puede ser corporeizada de distintas maneras y con diferentes componentes. En otras palabras, para tener información sobre las propiedades de los componentes y sus interacciones, no alcanza con la descripción abstracta del patrón de organización, sino que requiere una descripción de la estructura del sistema, ya sea en un lenguaje físico, químico, biológico o simbólico, según corresponda.

En este marco epistemológico, Maturana y Varela (1980) definen el patrón de organización general de los sistemas vivos como autopoiesis, haciendo referencia a la autonomía de los sistemas vivos para auto-organizarse, es decir de «crearse a sí mismo», cualquiera sea la naturaleza de sus componentes. A su vez, todopatrón de organización es un patrón de red, donde la función de cada componente es ayudar a producir y transformar a los otros componentes, manteniendo al mismo tiempo la circularidad global de la red. El patrón de organización sólo puede ser reconocido si está corporeizado en una estructura, siendo éste un proceso continuo en los organismos vivos.

Para Maturana (1996), esta relación entre patrón de organización y estructura es aplicable al cerebro humano, el cual no es solamente auto-organizador sino también auto-referente. Por tanto, toda percepción no puede ser considerara como una representación de una realidad externa, sino que debe ser entendida como la creación continua de nuevas relaciones en el interior de las redes neuronales. La percepción, y en términos generales, toda cognición, no representa una realidad externa, sino que más bien la especifíca a través de los procesos de organización circular, propios del sistema nervioso. Estos autores postulan que los «sistemas vivos son sistemas cognitivos y el proceso de vivir es un proceso de cognición. Esta afirmación es válida para todos los organismos, tengan o no sistema nervioso» (Maturana y Varela, 1973).

Por tanto, podemos decir, que el cerebro es una de las estructuras que corporeiza el patrón de organizaciónautopoiética que define la organización sistémica de los seres vivos. Así el cerebro es una estructura cognitiva, mientras que la mente es el proceso de cognición que se identifica con el proceso mismo de la vida.

Durante mucho tiempo, desde la neurobiología hasta la neuroepistemología, hemos estado realizando un importante esfuerzo por conectar lo se ha considerado como dos categorías diferentes: cerebro y mente. Luego, hemos abandonado esta empresa por no haber encontrado respuestas consistentes y hemos pasado a explorar otras opciones, las cuales nunca se han consolidado por permanecer subyacente, en nuestro modo de pensar, esa incomprensión del dualismo cartesiano, que torna el pensamiento unilateral y fragmentario.

Esta nueva cartografía que estamos esbozando, parte de la propuesta de Jung de que psique y materia son “dos aspectos diferentes de una misma cosa” (Jung, CO,8: # 418). Cerebro y mente no pueden ser pensados como dos categorías separadas ya que expresan dos dimensiones diferentes del mismo fenómeno de la vida, y por tanto, de la dimensión de lo humano, donde el fenómeno de la mente se halla inseparablemente vinculado al fenómeno de la vida.


“Con la hipótesis del arquetipo Jung propone un principio responsable de la articulación entre todos los procesos que gobiernan los factores biológicos y psíquicos de la vida; y todo su abordaje demuestra que pueden ser estudiados de tal forma que no se destruya nuestra toma de conciencia del misterio de la vida.” Stevens (2003:42)


En el contexto de esta epistemología de patrones, estructuras y procesos, característico del sistema de los seres vivos y en consecuencia, del sistema cerebro-mente, es que proponemos nuestra re-definición de lo arquetípico.


SISTEMA ARQUETÍPICO

Desde la publicación de von Bertalanffy (1975) sobre “Perspectivas en la Teoría General de Sistemas”, ha surgido un nuevo paradigma epistemológico [4]. Se vuelve ahora necesario investigar el organismo como un todo, el sistema no puede ser descrito como una simple suma de las partes investigadas aisladamente. La noción de sistema, como sistema dinámico, implica un patrón de organización que determina las interrelaciones entre las partes desde donde emergen los procesos. En esa misma dirección Bateson desarrolló una nueva concepción de la mente al definir el “proceso mental como un fenómeno sistémico característico de los organismos vivos”(Bateson,1991).

El arquetipo en tanto patrón de organización se define por la configuración de las relaciones que se establecen entre sus componentes que determinan las características esenciales del sistema que organiza. El sistema que cada patrón organiza convenimos en denominarlo sistema arquetípico, diferenciándolo así del arquetipo como patrón organizador y ordenador del propio sistema.

A su vez, la estructura del sistema hace referencia a los componentes y las relaciones entre ellos, podemos decir, que es la corporeización del patrón de organización arquetípico. Los genes de inducción temprana y catalizadores de algoritmos [5], junto a la propia actividad neuronal, generan las rutas de conexión sináptica del aprendizaje temprano y de la memoria implícita, que posibilitarán la emergencia de esquemas-imágenes, deesquemas cognitivos y de patrones simbólicos o del significado personal.

Por otro lado, podemos reconocer también entre esas formas de corporeización del patrón, la estructura de loscomplejos descrita por Jung, con sus componentes de pensamientos, imágenes, vivencias, percepciones y comportamientos, los cuales se relacionan y ordenan de acuerdo al patrón de organización arquetípico de referencia.

Por tanto, la trama de lo arquetípico como sistema, se construye en la recursividad de lo genético y lo ambiental, donde el patrón de organización está siempre corporeizado en una estructura, y donde el vínculo entre patrón y estructura, resulta posible a través del proceso de continua corporeización que mantiene activo el patrón de organización del sistema.

Esta noción de recursividad entre lo genético y lo ambiental tiene en el campo de la psicología analítica sus antecedentes en la noción de arquetipo evolutivo propuesto por Neumann (1949) para describir la formación de la conciencia colectiva y más recientemente, y con mayor énfasis, en la epistemología simbólica de Byington:

“La noción de arquetipo, como la de gen, no puede ser pensada fuera del concepto sistémico que incluye múltiples sistemas de retroalimentación (multiple biofeedback system). Cuando unimos el concepto de gen y el de arquetipo al principio de múltiple retroalimentación, vemos que su potencial abstracto, atemporal, y universal se inserta, se amolda y es bastante afectado por el contexto histórico del aquí y ahora» (Byington,2003:129-130)

Por ejemplo, en nuestra perspectiva de la psiconeurociencia, la consideración del Arquetipo de la Gran Madre nos remite a un sistema arquetípico matriarcal, que se auto-organiza de acuerdo a un patrón de organización específico de contención, apego, y cuidado (Gran Madre). Este patrón a su vez se corporeiza en una estructura(complejos) que se construye en base a relaciones e interacciones entre sus componentes (imágenes, emociones, pensamientos, recuerdos, comportamientos).

El continuo cambio estructural entre sus componentes, el continuo fluir de las cogniciones y la información requiere de un conjunto de procesos simbólicos definidos como una experiencia en imágenes y de imágenes(Jung, OC.9-1:#82).

En otras palabras, podemos decir, en la perspectiva psicológica de un observador, que en el vínculo entre patrónestructura reside el proceso simbólico, entendido éste como la actividad de elaboración simbólica (Byington, 2003:69) que se ocupa de mantener la corporeización psíquica o psiquización del patrón de organización del sistema arquetípico matriarcal.

En nuestro ejemplo, el patrón definido por la contención, el apego y el cuidado es el que organiza el sistema arquetípico matriarcal, al configurar las relaciones entre sus diferentes componentes, y especialmente, entre los símbolos como funciones estructurantes, posibilitando así el desarrollo de toda la dinámica matriarcal que caracteriza a éste sistema.


SISTEMA ARQUETÍPICO: EMERGENCIA Y GENESIS

El comportamiento es una propiedad emergente de un patrón de organización de una red de neuronas. “Una propiedad emergente es aquella que resulta de la interacción de procesos o agentes locales, propiedad que no existe antes de que estos procesos locales interactúen. Se dice que la nueva propiedad emerge de su interacción”. (Varela,1988)

Así como lo que hace que una célula esté viva no son las moléculas que la componen sino el patrón con el que esas moléculas se ensamblan, lo que hace que un grupo de neuronas ejecute un comportamiento no son las neuronas propiamente como componentes sensorio-motores, sino que es el patrón de organización de las conexiones lo que les confiere esa nueva propiedad (Varela, Haywald, 1997)

Las relaciones estructurales, en el seno de esa red interneuronal que es el cerebro, presenta un nivel decorporeización biológico que abarca desde los algoritmos determinados genéticamente, hasta las redes neuronales implicadas en los procesos neurofisiológicos de re-conexión sináptica que mantienen, dada la plasticidad del sistema nervioso, la permanente interacción recursiva de lo genético y lo ambiental.

Esta actividad de interacción entre las estructuras neurales posibilita, a su vez, la emergencia de un nivel decorporeización psíquica o psiquización del patrón de organización de referencia, que abarca desde los procesos psicológicos del aprendizaje temprano y de la memoria implícita, hasta los procesos de abstracción y simbolización propios al ser humano portador de un lenguaje.

Podríamos decir, que el patrón de organización determina la configuración de las relaciones entre las diferentes partes constitutivas de la red interneuronal en su acoplamiento estructural con el medio, posibilitando procesos neurales que interactúan entre ellos para generar la emergencia de los procesos psíquicos. Esta afirmación está en la dirección de lo propuesto por Jung, cuando considera que la psique es un logro biológico, y de Stevens, cuando plantea que “la psique en sí misma es un fenómeno biológico con una increíble historia evolutiva muy prolongada”. (Stevens, Hogenson, Ramos, 2003).

El estudio de cómo se va organizando dinámicamente un sistema arquetípico, requiere de un diálogo de complementariedad e integración en el dominio de la Psiconeurociencia, entre la genética de la conducta y la psicología cognitiva, entre la neurobiología del desarrollo y la psicología simbólico-arquetípica, que nos permita una reformulación del planteo clásico y excluyente entre lo innato y lo emergente respecto del arquetipo.

Nuestra consideración sobre la génesis de la organización del sistema arquetípico, es que éste emerge de las interacciones entre patrones de organización, estructuras y procesos. Esta propuesta nos permite plantear un nuevo paradigma epistemológico que da cuenta de las dos visiones diferentes que un mismo observador puede tener sobre lo arquetípico: la que define el arquetipo en sí (filogenéticamente), y la que describe las manifestaciones de ese arquetipo (ontogenéticamente).

Se trata de describir cómo se van gatillando los procesos de acoplamiento estructural entre el organismo y el medio, entre lo genético y el aprendizaje temprano, para construir esa organización dinámica y específica que caracteriza a un sistema arquetípico.

El arquetipo en tanto patrón de organización se podría decir que cumple con el principio de autopoiesispropuesto por los neurocientíficos contemporáneos, donde una serie de cambios y redefiniciones a nivel de estructuras y procesos autogeneran la emergencia de los símbolos y de toda la riqueza del mundo psíquico, manteniendo siempre ciertas características estables que lo definen como tal.

Retomando lo propuesto por Jung y, a la luz de las investigaciones actuales, podemos decir que lo que se hereda no son conceptos ni imágenes sino mecanismos automáticos muy básicos que vienen determinados genéticamente, y que luego, en la recursividad entre el organismo y el medio como un todo, posibilitan laemergencia de estos patrones de organización denominados arquetipos. Hablamos de propiedades emergentes para dejar claro que no nos referimos, en este nivel explicativo de definiciones, a propiedades latentes.

Las relaciones entre los componentes estructurales, en tanto corporeización evolutiva de los patrones de organización, alcanzan cada vez mayores grados de complejidad al organizarse en redes para configurar lossistemas arquetípicos [6]. Ellos son una emergencia recursiva entre la información del GENOMA y la información del AMBIENTE, entre lo filogenético y lo ontogenético.

En definitiva, los arquetipos en tanto patrones de organización, son patrones emergentes del desarrollo auto-organizador del cerebro y la psique humana. Son patrones que configuran las relaciones entre las estructuras cerebrales posibilitando la emergencia de una configuración psíquica que define al propio patrón arquetípico.


GENES, ESQUEMAS-IMÁGENES, MODELOS REPRESENTACIONALES

A modo de ejemplo, consideremos lo que la evidencia científica actual nos muestra sobre la génesis y dinámica de estos procesos que configuran nuestros sistemas arquetípicos, los cuales se desencadenan a partir de la acción catalizadoras de los genes que disparan la activación de unos pocos patrones automáticos de comportamiento (algoritmos) los cuales dan lugar a las imágenes-esquemas (Mandler,1992).

Cada esquema-imagen es una gestalt mental que evoluciona a partir de una experiencia corporal y forma las bases para la construcción de conceptos y núcleos de significado. Las representaciones pasan de representaciones perceptuales a representaciones conceptuales y simbólicas, construyéndose así los modelos de trabajo o modelos representacionales (Bowlby,1983).

El entorno juega un papel fundamental ya que es a partir de la experiencia interpersonal con figuras significativas que se van construyendo nuestras representaciones mentales. La repetición de éstas estructuras mentales genera representaciones esquemáticas de patrones generalizados que son almacenados semánticamente [7] dando lugar, como ha propuesto Knox (2003), a patrones de significado que se reiteran regularmente, ellos:

“..constituyen el núcleo de significado que emerge con total predictibilidad en las primeras semanas del desarrollo humano con una condición – el entorno durante esas primeras semanas debe ser el entorno típico de la especie cuyo rasgo esencial es un progenitor amoroso, nutriente y atento”. (Knox 2003: 205)

Los patrones de significado surgen de los esquemas de imágenes ya que estos funcionan como marcos organizadores que estructuran la experiencia y los modelos representacionales que dan sentido a la misma, donde cada nueva información es redefinida en función de la memoria implícita de significados acumulados por la experiencia a la cual se vuelve, pero de la que no somos conscientes.

Queremos enfatizar que en la organización y dinámica de un sistema arquetípico, si bien hay una prevalencia de un determinado patrón de organización, con sus estructuras y procesos que le son propios, también coexisten e interactúan otros patrones diferentes. No olvidemos que en la organización de un sistema, en tanto es una organización en red, interactúan otros sistemas, con la especificidad que le confieren sus propios patrones. En la activación de un sistema arquetípico en red participa todo el organismo acoplado estructuralmente con el medio, podríamos decir de otra manera, la totalidad del ser en todas sus dimensiones (biológica, psicológica y existencial) contextuadas.

En el estudio de cada sistema arquetípico podemos distinguir patrones de organización que pueden ser estudiados en niveles diferentes de análisis, niveles correspondientes a la dimensión biológica, a la dimensión psicológica y a la dimensión existencial. Cada uno de estos niveles es objeto de investigación por diferentes disciplinas, especialmente por aquellas que tienen un fuerte desarrollo en la dimensión biológica, y en la dimensión psicológica.

Estos patrones de organización han sido estudiados parcialmente desde el campo de la neurobiología, la psicología cognitiva y la psicología analítica. Nuestra propuesta es contribuir a su estudio unificado desde ese dominio transdisciplinario al que podemos denominar: Psiconeurociencia simbólica. En este ámbito, el estudio unificado es posible en el entendido de que las descripciones realizadas en términos de patrones o esquemas de organización, formulados inicialmente desde la neuro-inmuno-endocrinología, y la psico-neuro-inmuno-endocrinología, pueden consolidarse desde la Psiconeurociencia como los múltiples niveles de análisis que requiere el estudio de un mismo sistema arquetípico.


SISTEMA ARQUETÍPICO: PATRONES Y NIVELES DE ANÁLISIS

En un sistema arquetípico, en tanto sistema en red, podemos reconocer, sin abandonar la visión de totalidad, diferentes niveles de análisis que nos posibilitan la descripción de patrones neurobiológicos, cognitivos, tipológicos y del significado personal. Todos estos patrones contribuyen a nuestra organización como seres humanos, y por tanto, están también comprometidos cuando el ser humano enferma, como observamos en los pacientes con trastornos depresivos.

DEPRESION Y PATRONES DE ORGANIZACION

En los pacientes con trastornos depresivos mayor, el patrón de auto-organización del sistema de la personalidad se ha modificado generando (Saiz,1998) en la dimensión biológica, una descentración del eje neuro-endocrino(Golstein,1971); en la dimensión psicológica una descentración del eje ego-self, (Neumann,1970) o del eje simbólico (Byington,1996); y en la dimensión existencial , una alteración del eje onto-axiológico.

En la dimensión biológica, describimos una descentración del eje neuro-inmuno-endócrino, especialmente la descentración del eje hipotálamo – pituitaria – adrenal, junto con la alteración del eje hipotálamo – pituitaria – tiroideo.

En la dimensión psicológica, describimos una descentración del eje ego-self (Neumann), o eje yo-otro – arquetipo central (Byington), que se manifiesta en una alteración de la función estructurante de los símbolos en la dinámica del eje, que se expresa en conductas inadecuadas por una estructuración defensiva de la elaboración simbólica.

En la dimensión existencial, describimos una descentración del eje axiológico, que se manifiesta en una alteración del sistema de valores de la persona con depresión mayor.

La enfermedad se manifiesta como una pérdida de armonía, del equilibrio, del centro, en otras palabras, como una verdadera descentración de la existencia (Binswanger, 1973), la cual puede ser descripta como ladescentración emergente de la interacción de los tres ejes básicos de la personalidad.

Nuestra investigación sobre los trastornos depresivos tiene por objetivo estudiar los distintos patrones que interactúan en ese sistema arquetípico, coordinado en sus estructuras y procesos por un patrón de organización arquetípico.


PATRON NEUROBIOLOGICO:

En el contexto de la Neurociencia podemos plantearnos que el patrón de organización, al cual hacíamos referencia como patrón autopoiético, encuentra una de sus formas de expresión en los patrones neurobiológicosdel cerebro. La actividad funcional del cerebro, registrada por las técnicas de neuroimagen como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) ponen de manifiesto los patrones neurobiológicos prevalentes en sus diferentes sistemas y estructuras neuronales.

El SPECT cerebral es un estudio que nos posibilita evaluar el flujo sanguíneo de las diferentes áreas cerebrales. Proporciona información acerca del funcionamiento de éste órgano, permitiendo el diagnóstico de aquellas patologías en que la perfusión cerebral esta comprometida, como se observa en los trastornos depresivos mayores [8].

Las investigaciones realizadas muestran que en casi un 100% de los casos, el patrón neurobiológico funcional registrado en términos de neuroimágenes en los pacientes con depresión mayor, presenta una hipoperfusión en el córtex prefontal (dorso-ventral) [9], así como también, una hipoperfusión temporal anterior. Estas estructuras serán estudiadas con el SPECT, como proponemos en nuestro diseño de investigación, antes y después del tratamiento realizado para la depresión, para evaluar las modificaciones funcionales operadas.


PATRON COGNITIVO

En el contexto de la Psicología cognitiva, podemos plantearnos que el patrón de organización de los seres vivos, al cual hacíamos referencia como patrón autopoiético, encuentra una de sus formas de expresión en el patrón cognitivo o esquema cognitivo (Beck,1983).

“Los esquemas son patrones cognitivos bastantes estables y constituyen la base de las interpretaciones; son los que organizan la información que se recibe en cogniciones, formando una red o matriz a través de la cual pasan y se resignifican los datos de nuestras experiencias.”(Daset,2002)

Los patrones de organización cognitiva tienen su corporeización psíquica en ciertas unidades estructurales del psiquismo: las cogniciones [10], y en sus relaciones funcionales (o disfuncionales) entre pensamientos, creencias, atributos y afectos [11].

En el vínculo entre patrón (esquema) y estructura (cognición), reside el proceso, que a nuestro modo de ver, puede asimilarse a lo que Beck (1983) denomina: operaciones cognitivas. Ellas son procesos que operan de forma interactiva para procesar la información de acuerdo a las estructuras y proposiciones cognitivas que expresan una determinada organización que viene dada por el patrón cognitivo activado.

Estos esquemas o patrones [12], en tanto conjunto de reglas específicas que gobiernan el procesamiento de la información, son los responsables de la secuencia que va desde la recepción de un estímulo hasta el punto final de una respuesta conductual.

La activación pronunciada de esquemas disfuncionales está en el núcleo de los trastornos depresivos [13]. Los esquemas más idiosincrásicos, disfuncionales, desplazan a los más adaptativos, orientados a la realidad, en funciones tales como el procesamiento de la información, el recuerdo y la previsión. Estos patrones se organizan en base a las creencias irracionales que llevan a conductas y emociones autocastigadoras (Ellis,1962), o a los patrones cognitivos de la tríada de Beck, que sustentan en el depresivo su visión negativa de sí mismo, del mundo y del futuro (Beck,1983).


PATRON TIPOLOGICO

En el contexto anterior de las cogniciones, como estructuras propias del ser humano organizadas de acuerdo a un patrón, encontramos las funciones de la conciencia descritas por Jung. Estas funciones pueden ser consideradas procesos cognitivos. (Berens,1999) [14]

Cuando describimos un patrón de organización tipológico predominante hacemos referencia a un modo específico de configurar las relaciones entre los diferentes componentes estructurales que intervienen en nuestras cogniciones. El vinculo entre el patrón (tipológico) y estructura (sensación, intuición, pensamiento, sentimiento) es mantenido por los procesos cognitivos en tanto actividades que desempeña el sistema en su funcionamiento, en su desarrollo y adaptación. Los procesos son dinámicos y cambiantes. No podemos observarlos directamente, pero contamos con su evidencia a nivel de la conducta.

Estos procesos o funciones cognitivas interactúan de tal manera que conforman junto a la extraversión e introversión ocho patrones tipológicos que van a marcar formas cognitivas diferentes de organizar el mundo interno y externo, estando presentes en toda instancia de aprendizaje, comunicación humana o resolución de problemas.[15][16]


PATRON SIMBOLICO O DEL SIGNIFICADO PERSONAL :

En el contexto de la Psicología Analítica el patrón de organización, al cual hacíamos referencia como patrónautopoiético encuentra una de sus formas de expresión en los patrones del significado personal [17]. Estos patrones son constitutivos del proceso de auto-organización que caracteriza el desarrollo de la individuación.

Mientras la descripción del patrón de organización implica una cartografía de relaciones arquetipales, laestructura, en tanto corporeización psíquica del patrón, nos remite a los símbolos y sus relaciones como las estructuras-dinámicas que tejen la trama psíquica de la significación personal.

Los símbolos tienen una función estructurante en la formación y transformación de la identidad del Yo y del Otro en función del sistema arquetípico prevalente. (Byington, 2003) [18]. La organización estructural de las relaciones entre las funciones estructurantes creativas y defensivas, genera unidades de organización más complejas que fueron descriptas por Jung como “complejos cargados afectivamente”. (Jung, OC. 8: #196)

De la misma manera que el cambio continuo era una propiedad de los sistemas vivos que sugería la noción de proceso, también en la dimensión de lo psíquico consciente e inconsciente, nos encontramos con el proceso simbólico.

Este proceso es la actividad experiencial – o vivencial – que se ocupa de la continua elaboración simbólica o construcción del significado personal. La elaboración simbólica [19] es un proceso donde el símbolo no puede ser reducido a una cosa sino que es parte de un proceso de cognición y significado que define el proceso mismo de la existencia humana.

El símbolo es estructura cognitiva y proceso vivencial desde donde trabaja la elaboración simbólica para develar, para posibilitar la emergencia de un sentido en el marco de un sistema de significaciones personales, construido en la recursividad de nuestras experiencias cognitivas e imaginales y nuestra comprensión significativa de las mismas. El símbolo se constituye así en una estructura estructurante en todo el proceso de auto-organización y auto-realización del sí-mismo, actividad esta que Jung denomina proceso de individuación.

Si ontológicamente el modo humano de ser en el mundo consiste en buscar y crear significado, de ser posible, dentro de la dimensión intersubjetiva, nuestro desafío es poder identificar la permanencia de organizaciones delsignificado personal, de la misma manera que identificamos diferentes constituciones físicas en la constancia morfológica del cuerpo humano.


PROYECTO DE INVESTIGACION

PRESENTACIÓN:

Los autores plantean profundizar mediante la investigación en el análisis y la comprensión de los puentes psíquicos que pueden describirse en el dominio de lo que hemos denominado psiconeurociencia simbólica en elcontinuum intersticial entre patrones biológicos (Neurociencia) y patrones psicológicos (Psicociencias).

Para ello profundizaremos en el estudio de la depresión.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Las principales cuestiones de investigación que se van a plantear son:

A – Investigación de patrones de organización tipológicos, cognitivos y
neurofuncionales en pacientes con trastorno depresivo mayor (moderado y grave)
Análisis exploratorio de los datos obtenidos para identificar relaciones entre las variables utilizadas:
– Depresión Mayor grave
– Depresión Mayor moderada
– Código y perfil individual tipológico
– Imagen Neurofuncional durante la depresión mayor.

B. Investigación de resultados:
Estaremos midiendo cambios clínicos entre la línea de base (relevamiento de datos antes de iniciar el tratamiento) y el estado de situación de los pacientes al cumplir un año de tratamiento (mixto: psicoterapia analítica y tratamiento farmacológico para un subgrupo, sólo farmacológico para el segundo subgrupo de pacientes)

Con respecto al punto A. Investigación de patrones de organización tipológicos, cognitivos y neurofuncionales en pacientes con trastorno depresivo mayor (moderado y grave)

Distintas variables serán comparadas en la búsqueda de patrones sistemáticos que permitan clasificar a la muestra en subgrupos.

A tales efectos procuraremos:
– Configurar un perfil o patrón de organización para cada paciente: identificar el patrón de puntuaciones alcanzado por el paciente en las técnicas administradas.
– Calcular semejanzas entre los perfiles
– Determinar número de clusters (análisis cluster o tipológico)
– Identificar quién está en que cluster
– Describir e interpretar los clusters
– Configurar un perfil o patrón de organización de los distintos subgrupos en las
variables de interés

Para ello se formarán dos grupos:
Grupo 1: Tratamiento mixto (Psicoterapia Analítica + psicofarmacología
Grupo 2: Tratamiento psicofarmacológico

(El tratamiento farmacológico estará basado en la administración de los siguientes psicofármacos: Venlafaxina 75 – 3000mg/día, Sertralina 50 – 200 mg/día. Se utilizará si fuera indicado Alprazolam 0.1 – 0,6 mg/día .)

PREGUNTAS DE LA INVESTIGACIÓN.

El análisis estadístico de los datos procurará, entre otras cosas, responder a las siguientes preguntas:

– ¿Cuáles son los cambios registrados entre la línea de base y luego de un año de tratamiento (puntuaciones grupales promedio entre t1 y t2), calculados a partir de las puntuaciones directas (brutas) y derivadas? Distintas variables serán comparadas en la búsqueda de patrones sistemáticos que permitan clasificar a la muestra en subgrupos.

– ¿Cuáles son las magnitudes de los efectos de tratamiento para las puntuaciones promedio de cambio entre t1 y t2?

– ¿Cómo se comparan las puntuaciones promedio alcanzadas por las muestras de pacientes utilizadas en la investigación?

Procuraremos además, examinar cambios clínicos en pacientes individuales para valorar si resultan significativos desde el punto de vista clínico y estadístico.


El METODO:

Número de integrantes de la muestra : N= 40

HOMBRES Y MUJERES: 22 –60 AÑOS
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR moderado y grave

A todos los integrantes de la muestra serán administrados las siguientes técnicas:

– Entrevista clínica DSMVI TR
– Inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-III)
– Inventario de Depresión de Beck (BDI)
– Escala de Depresión de Hamilton (HDRS)
– Inventario Tipológico de Myers – Briggs (MBTI)

A partir de ésta muestra se conformarán dos grupos: Grupo 1 y Grupo 2

  • GRUPO 1: Tratamiento mixto: n1 = 20
    Pacientes con depresión mayor DM (moderada o severa)
    según las técnicas de entrevista clínica, BDI, MCMI – III,
    HRDS, SPECT
  • GRUPO 2: Tratamiento farmacológico: n2 = 20
    Pacientes con Depresión Mayor DM (moderada o severa)
    según las técnicas de entrevista clínica, BDI, MCMI – III,
    HRDS).
  • Ambos grupos: re-test al finalizar el año utilizando los mismos instrumentos utilizados al inicio y evaluación del tratamiento a los 6 meses utilizando el BDI y HRDS.

Se trata de un diseño de investigación cuasi-experimental que se construirá sobre la base de mediciones periódicas efectuadas antes, durante y después de desarrollado el tratamiento.

Los criterios de inclusión en la muestra serán los siguientes:
Se tendrán en cuenta todos aquellos pacientes que habiendo consultado voluntariamente a diferentes centros de atención psicológica y psiquiátrica cumplan con el diagnóstico de depresión mayor grave y moderada según el DSMIV-TR y tengan entre 22 y 60 años de edad.

Los criterios de exclusión de la muestra serán los siguientes:

  • Presencia de algún trastorno de personalidad grave (esquizotípica, límite o paranoide según el criterio diagnóstico utilizado por el Inventario Multiaxial de Millon) u orgánico en comorbilidad con la depresión.
  • Pacientes menores de 22 años o mayores de 60 años.


LA MUESTRA:

Las personas que compondrán la muestra se caracterizarán por reunir los siguientes requisitos:

Presentar cuadros clínicos de depresión grave y moderada a la luz de los instrumentos y técnicas empleadas.

SUBGRUPOS:

  • Un primer subgrupo constituido por aquellos pacientes que inicien un tratamiento combinado estará compuesto por aquellas personas que, ante la sugerencia realizada por el profesional a cargo de la administración y evaluación de las diferentes técnicas de diagnóstico utilizadas, hayan mostrado voluntad y posibilidades para iniciar un tratamiento mixto y den su consentimiento para hacerse el estudio neurofuncional (SPECT)
  • Un segundo subgrupo, constituido por aquellos pacientes que reciban exclusivamente tratamiento farmacológico, estará compuesto por aquellos pacientes que no muestran voluntad o posibilidad de realizar una psicoterapia y den su consentimiento para ser re-evaluados a los seis meses y al año de tratamiento.


TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS:

– Entrevista clínica DSMVI TR
– Inventario Clínico Multiaxial de Millon (MCMI-III)
– Inventario de Depresión de Beck (BDI)
– Escala de Depresión de Hamilton (HDRS)
– Inventario Tipológico de Myers – Briggs (MBTI)
– Single Photon Emision Tomography (SPECT)

  • Escala de Hamilton para la Depresión (Hamilton Depression Rating Scale, HDRS o HD17, 1986) [20]. Es una escala de heteroevaluación, que consiste en obtener una medida del estado depresivo. Comprende 17 ítems, organizados en diferentes niveles de gravedad.

Este instrumento será utilizado ya que se trata de un instrumento muy adecuado para evaluar las formas graves de depresión y para apreciar cambios de puntuación durante el tratamiento.

  • MCMI – III Inventario Clínico Multiaxial de Millon III (Millon Clinical Multiaxial Inventory Test – MCMI-III, 1996) [21]. El Inventario Clínico Multiaxial de Millon es un cuestionario de personalidad de autoaplicación.
  • Es una versión adaptada a los nuevos diagnósticos DSM-IV-TR para que sea congruente con esa nosología.

El instrumento refleja la diferenciación entre los trastornos circunscriptos, episódicos y breves (Eje I) de aquellos más permanentes y persistentes (Eje II), destacando el interjuego entre los trastornos caracterológicos y las manifestaciones sintomatológicas durante períodos de stress psicológico. Algunas escalas fueron construidas para mostrar el grado de severidad de la psicopatología, a través de escalas separadas.

Se trata de una escala de gran utilidad para evaluar cambios estructurales de la personalidad pre y post tratamiento y para evaluar cambios en sintomatología clínica

  • Inventario de Depresión de Beck: Beck Depresión Inventory BDI (1979) Versión adaptada y traducida al castellano por Vázquez y Sanz.
  • Es un cuestionario autoaplicado de 21 items que evalúa un amplio espectro de síntomas depresivos y su gravedad.

Enfatiza el componente cognitivo de la depresión (dos tercios de los items aluden a síntomas cognitivos, un tercio a los síntomas conductuales y fisiológicos). La estructura del inventario consta de tres dimensiones de primer orden denominadas por Beck y Lester (1973): “actitudes negativas hacia si mismo”, “dificultades de rendimiento” y “molestias somáticas”.

Es actualmente utilizado en la evaluación de la eficacia terapéutica por su sensibilidad para medir cambios y en la investigación para la selección de sujetos.

  • MBTI: Myers Briggs Type Indicator: (Inventario Tipológico Forma G de Myers Briggs. (1995)
  • El inventario Tipológico de Myers Briggs se basa en la teoría de los tipos psicológicos de C.G. Jung. Tiene como finalidad identificar las preferencias básicas del sujeto en la percepción y el juicio, para poder establecer los efectos que cada preferencia tiene (de modo aislado o en conjunción) en diversas áreas de la conducta.

Es un instrumento muy utilizado en el campo de la educación, laboral, orientación vocacional y counseling y esta comenzando a utilizarse en el área clínica.

Al introducir ésta técnica en la investigación intentamos determinar si existe algún tipo de patrón tipológico que subyace a la depresión lo cual nos permitiría comprender la depresión a la luz de la tipología junguiana y contar con una valiosa información a la hora de comenzar el tratamiento mixto.

  • SPECT: Single Photon Emisión Tomography: La técnica de neuroimagen SPECT cerebral es un estudio para evaluar el flujo sanguíneo de las distintas áreas cerebrales, y por lo tanto proporciona información acerca del funcionamiento de éste órgano.
  • La valoración del flujo sanguíneo cerebral mediante SPECT constituye un instrumento óptimo para al estudios de los trastornos afectivos y la esquizofrenia. Evalúa eficazmente las modificaciones funcionales.

La técnica del SPECT, tomografía computarizada por emisión de fotón único, se basa en la detección de la radiación gamma, para lo cual se inyecta por vía intravenosa, una pequeña cantidad de sustancia química que incluye un elemento radioactivo denominado Tenecio Tc 99mm, más un trazador Neurolite (ECD).

Esta sustancia emite una radiación, que es captada por el detector del SPECT, obteniendo imágenes cerebrales que cuantifican el estado de la función, en diferentes cortes tomográficos (axial, sagital y coronal).

El resultado final es una imagen tridimensional del cerebro a colores los cuales dan cuenta del aumento o disminución en porcentajes de la función cerebral.

Observemos una imagen de perfusión normal y una imagen con hipoperfusion frontal como se observa en la depresion mayor


TRATAMIENTO COMBINADO:

El hecho de que la depresión sea un trastorno psicopatológico complejo, caracterizado por la existencia de síntomas tanto somáticos como emocionales, conductuales y cognitivos, nos lleva a considerar la posibilidad de intervenir mediante un abordaje psicológico sobre aquellos aspectos no estrictamente somáticos del síndrome.

Se han hecho numerosos estudios que confirman la validez de diversas técnicas psicológicas aplicadas a los trastornos depresivos. Los estudios de Rousanville, Klerman y Weissman (1981); Blackburn (1986); Kovacs (1980); Rush y Beck (1977) entre otros así lo confirman.


Las investigaciones actuales de Salzaman (1990), Balon (2994), Kaplan (2004), y una revisión sistemática de Pampallona y Bollini (de julio de 2004) sobre tratamientos combinados de psicoterapia y psicofarmacoterapia en depresión, confirman el beneficio del tratamiento combinado.

El tratamiento psicoterapéutico apuntará a cambios estructurales en la personalidad lo cual consideramos, a modo de hipótesis, da cuenta de la eficacia de dicho tratamiento en la profilaxis o prevención de futuros episodios depresivos.


PROCEDIMIENTO PARA LA RECOLECCION DE DATOS:

  • Los pacientes serán entrevistados y evaluados por diferentes psicólogos o psiquiatras que formen parte del staff de los centros asistenciales a los que acuden los pacientes.
  • La obtención de las puntuaciones en t1 y t2 estará a cargo de psicólogos y psiquiatras no implicados en el tratamiento suministrado a los pacientes.


TÉCNICA DE ANÁLISIS DE DATOS:

En líneas generales, las técnicas de análisis de datos estarán dirigidas a: 

  • Obtener matrices de correlaciones entre variables fundamentales, con el objeto de analizar y describir las relaciones entre ellas, como paso previo al uso de técnicas estadísticas englobadas bajo el rótulo de análisis cluster y otras técnicas de estudios multivariantes
  • Reducir muchas variables a pocos componentes principales o factores sobre los cuales aplicar luego otras técnicas multivariantes.
  • Elaborar configuraciones (análisis tipológico) a partir de las puntuaciones alcanzadas en los distintos instrumentos. En otras palabras, identificar subgrupos de casos relativamente homogéneos en función de su similitud en un conjunto de variables claves.
  • Utilizar técnicas estadísticas apropiadas para medir resultados terapéuticos
  • Los análisis de datos se realizarán, en su mayor parte, con el paquete estadístico SPSS. 


REFLEXIONES FINALES: DEPRESIÓN E INVESTIGACIÓN


A modo de conclusión, podemos decir que en el dominio de la Psiconeurociencia simbólica, el énfasis de nuestra propuesta ha transitado desde los problemas interdisciplinarios que plantea el tema inicial de la relación cerebro-mente a la construcción de una perspectiva más abarcativa y ecosistémica de cómo interactúan los diferentes patrones de organización en esa red de sistemas arquetípicos, para posibilitar la auto-organización y auto-referencialidad del ser humano en la construcción de su individuación.

La tarea de la individuación consiste en una continua ampliación de la conciencia en general, y a la vez, en la creación de una conciencia individual de sí mismo, que como ha señalado Jung y “hasta donde sabemos, el hombre es la única criatura que puede descubrir el sentido”.

En los pacientes con trastornos depresivos mayor, hemos descripto una verdadera descentración de la existencia (Binswanger, 1973), una descentración que caracteriza al ser enfermo en todas sus dimensiones y contextos, en todos sus componentes estructurales y relacionales, que llevan a la descentración del sentido de la existencia resultante de la integración del sistema de significaciones personales.

La descentración del sentido existencial requiere, desde el nivel psicológico, la elaboración simbólica del sufrimiento que genera, donde el mismo se torna una experiencia simbólica capaz de instaurar un nuevo y diferente sentido vital. La dificultad no está en el hecho de sufrir, sino en la manera de sufrir, en cómo el hombre se enfrenta consigo mismo (Saiz, 2002). Es la posibilidad de creación de una nueva conciencia, nacida del sufrimiento, y la vez, fuente de transformación de los sistemas de significación personal, que en definitiva, se constituyen en la transformación del sentido de la vida, que en muchos casos, es de por vida.

Finalmente, proponemos una reflexión a partir de los aportes que surjan de los resultados obtenidos en la investigación , con el propósito de contribuir al conocimiento y descripción de un patrón depresivo, en el contexto de una síntesis tansdisciplinaria propuesta desde la Psiconeurociencia simbólica.

En definitiva, nuestra iniciativa de estudiar desde la psiconeurociencia los patrones que intervienen en la depresión, responde a la propuesta de Jung de mirar con una visión sistémica o de totalidad el fenómeno de la vida, de la psique y del cuerpo. Es pues contribuir a una nueva mirada de lo humano.

Nos hemos detenido particularmente en la propuesta de Jung sobre lo arquetípico, para amplificarlo con los aportes de la investigación actual, y poder alcanzar una visión transdisiciplinaria, que nos permita reconocer en los patrones de organización descritos por otras disciplinas, diferentes niveles de análisis de esa unidad subyacente que da cuenta de la concepción de totalidad que nos ha legado C.G.Jung.

PIE DE PÁGINA

(1) Trabajo presentado en el XVI Congreso Internacional de Psicología Analítica, Barcelona 2004

(2) La propuesta de acuñar el término Psiconeurociencia fue presentado en el XVI Congreso Argentino de Psiquiatría (Saiz, Mar del Plata, 2000), en el XV Congreso Internacional de Psicología Analítica (Saiz, Cambridge, 2001), así como en el III Congreso Latinoamericano de Psicología Junguiana (Saiz, Amezaga, Bahía, 2003), para referirnos al desarrollo de un dominio transdisciplinario donde se estudia la trama unificada de las relaciones y conexiones que establecen el puente entre el campo de la neurociencias y de las psicociencias.

(3) El arquetipo posee una dualidad fundamental: es consciente e inconsciente, simbólico e instintivo, psíquico y no psíquico; es la condición esencial de todos los hechos psico-físicos.(Stevens,2003:71)

(4) El objetivo de la Teoría General de Sistemas es llegar a una teoría general de la totalidad, esto es, de sistemas enteros en los que interaccionan muchas variables y cuya organización produce interacciones fuertes (von Bertalanffy 1975:110)

(5) Las descripciones de los ‘mecanismos psicológicos innatos’ y ‘algoritmos’ de la psique filogenética, realizados por los psicólogos y psiquiatras evolucionistas, muestran un acuerdo general sobre otro número de metas biosociales que guían nuestro comportamiento como especie. Por ejemplo, el recibir cuidados y dar cuidados (conducta de apego), elección de pareja (atracción sexual, cortejar y retención del compañero/a), formación de alianzas (afiliación, amistad, y comportamiento recíproco) y comportamiento competitivo (competir, comportamiento de dominio o de sumisión y el logro y mantenimiento de un status),etc, (Stevens, 69: 2003)

(6) La conceptualización de sistema arquetípico encuentra ciertas coincidencias con lo que “Ernst Mayr llamo programa abierto y es lo que le permite al organismo adaptarse a las variaciones ambientales. El comportamiento instintivo de los seres humanos posiblemente depende de programas de éste tipo. No resulta demasiado rebuscado identificar a los arquetipos con lo que Ernst Mayr llamó programas abiertos en la medida en que son unidades de información filogenéticamente adquiridos, íntimamente relacionadas al genoma que programan al individuo para que se comporte siguiendo ciertas formas específicas y a la vez permiten que ese comportamiento se adapte apropiadamente a las circunstancias ambientales. (Stevenes, 2003:60)

(7) La distinción entre el almacenamiento episódico y semántico, quizás sea de gran importancia clínica, ya que el almacenamiento de las imágenes de los padres y del si-mismo es casi con certeza de por lo menos dos tipos distintos. Mientras que los recuerdos de la conducta y de las palabras pronunciadas en cada ocasión particular se almacenan en forma episódica, las generalizaciones sobre la madre, el padre y el si-mismo, englobadas en lo que denomino modelos de trabajo o modelos representacionales, se almacena en forma semántica. (Bowlby :1983,82 )

(8) Esta técnica tiene dos aplicaciones actuales en la clínica: el estudio de la perfusión o flujo sanguíneo cerebral (FSC) junto a las alteraciones metabólicas y el estudio de los receptores cerebrales. El SPECT nos permite evaluar eficazmente las modificaciones funcionales de los patrones neurobiológicos, registrados en neuroimágenes, correspondientes a los trastornos afectivos en función del conocido paralelismo entre la actividad neuronal, metabolismo y flujo sanguíneo cerebral (FSC), posibilitando de esta manera un re-testeo como proponemos en nuestra investigación.

(9) La hipoperfusiòn en el cortex prefrontal, muestra un compromiso precisamente en el córtex frontal dorsal (orbito frontal) (Lesser y Mena,1994 , Mena,1996, Bushbaum 1997, Galli,2000; y en el córtex frontal ventral ( Cohen,1992, Biver, 1994, Trivedi,1996, Drevets,1995, 1999).

(10) El término “cognición” se utiliza aquí en un sentido amplio que incluye ideas, constructos personales, imágenes, creencias, expectativas, atribuciones, que son la materia de patrones más complejos de significado, en los que participan emociones, pensamientos y conductas (Feixas, Miró, 1993).

(11) Cf. Proyecto de investigación “Descubriendo puentes psíquicos” presentado en el III Congreso Latinoamericano de Psicología Junguiana, para estudiar las relaciones interdisciplinarias entre Neurociencia Cognitiva y la Psicología Analítica. ( Saiz, Amezaga, 2003)

(12) Las unidades básicas de procesamiento, que son los esquemas, están organizadas según sus funciones. (..) Diferentes tipos de esquemas tienen diferentes funciones. Los esquemas cognitivos tienen que ver con las abstracción, la interpretación y el recuerdo, los esquemas afectivos son responsables de la generación de sentimientos, los esquemas motivacionales se relacionan con los deseos, los esquemas instrumentales preparan para la acción, etc. (Beck, 1992). En el campo de la psicopatología, el término “esquema” se ha aplicado a estructuras con un contenido idiosincrásico altamente personalizado, que se activan durante trastornos tales como la depresión, la ansiedad, las crisis de angustia y las obsesiones, y se vuelven predominantes. (..) En consecuencia, introducen una tendenciosidad sistemática en el procesamiento de la información. (Beck, 1992)

(14) Jung describió cuatro procesos cognitivos (sensación, intuición, pensamiento, sentimiento) los cuales pueden presentarse de un modo extrovertido o introvertido. A su vez, estos procesos cognitivos se pueden dividir en dos clases: la percepción y el juicio (funciones racionales e irracionales). Los procesos perceptivos son responsables de la captación de la información y los de juicio de la evaluación de la información. Estas dos clases de procesos se complementan, contribuyendo a captar la dinámica de los procesos cognitivos.

(15) “La actitud consciente es siempre, al menos, una especie de visión del mundo, si es que no es una religión. Este hecho es el que hace tan significativo el problema de los tipos. La oposición entre los tipos no es solo un conflicto externo entre los seres humanos, sino también la fuente de inacabables conflictos internos; no es sólo la causa de disputas y contrariedades externas, sino también la ocasión interna de enfermedades nerviosas y padecimientos psíquicos.” (Jung,OC.6: # 911)

(16) “Los arquetipos tienden a estructurar las situaciones de una forma arquetípica, y cada síndrome psicótico tiene una base arquetípica. Existe, sin embargo, un factor personal que es bastante importante en el desarrollo de cualquier estado de posesión (por un complejo) que consiste en el papel que desempeña el “tipo psicológico” del individuo que sufre de dicho estado (..) todos los complejos contienen aspectos de las actitudes y las funciones que han sido excluidas o inhibidas de las representaciones de la conciencia por las actitudes y funciones dominantes del ego”(Sandner,Beebe,1984: 315)

(17) El término patrones del significado personal es tomado de la publicación de V. Guidano: “El sí mismo en proceso”(1994) y redefinido en el marco del proceso de individuación propuesto por Jung.

(18) La Psicología Simbólica describe la formación y la transformación de la identidad del Yo, inseparablemente de la formación y transformación de la identidad del Otro, a partir de los símbolos coordinados por los arquetipos. (Byington,1996)

(19) “..el proceso por el cual los símbolos estructurantes posibilitan el desarrollo y transformación del Yo y del Otro como realidad emergente desde el Self, transformación de la personalidad y de la cultura, lo denominamos de elaboración simbólica”. (Byington,1966)

(20) Ramos-Brieva JA, Cordero Villafáfila A. Validación de la versión castellana de la Escala de Hamilton para la depresión. Actas Luso Esp Neurol Psiquiatr Cienc Afines 1986, 14: 324-334)

(21) (Versión en estudio para uso exclusivo en investigación Casullo, M.M. y Breñilla, M. E. (1996)Versión Argentina del Millon clinical Multiaxial Inventory_ III (MCMI – III) Escrito no publicado, Universidad de Buenos Aires, Argentina.

(22) (Carta de Jung a Eric Neumann, Marzo,1959,).

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