Eros, poder y el racismo cordial: aspectos de la formación de la identidad brasileña
WALTER BOECHAT
Médico psiquiatra, Analista junguiano, graduado en el Instituto C. G. Jung de Zurich, Zuiza, PHD del Instituto de Medicina Social / UERJ, Miembro Fundador de la Associação Junguiana do Brasil- AJB, Especialista en Medicina Psicosomática (IMPSIS/RJ), También miembro de AGAP, y de la International Association for Analytical Psychology (IAAP). El presente trabajo fue presentado durante el V Congreso de Psicología Junguiana, celebrado en Santiago de Chile, del 4 al 8 de septiembre de 2009, E-mail:boechatw@uol.com.br.
RESUMEN
El trabajo es un estudio de un aspecto del racismo particular de la cultura brasileña. El autor lo califica racismo cordial tomando prestada la denominación del sociólogo Sérgio Buarque de Holanda (1999). La expresión racismo cordial (Periódico Folha de S. Paulo, 1998) se refiere a un prejuicio típico de la sociedad brasileña. Está insertado en el inconsciente cultural brasileño como importante complejo cultural (Singer y Kimbles, 2004). Ese complejo puede ser definido como un estereotipo cultural (Vannoy Adams, 2005) del señor blanco, el esclavo y toda la ambivalencia que él encierra: el máximo poder de la tortura y posesión del cuerpo del otro para trabajo esclavo con el Eros concomitante de la atracción sexual y mestizaje racial. Este estereotipo cultural condiciona de forma sutil las relaciones de clase en Brasil, fuertemente marcada por la desigualdad social y concentración del ingreso. El autor propone también la denominación Persona Racialpara constelaciones de la Persona fuertemente marcadas por características físicas raciales. Juzga la caracterización de esas constelaciones importante en sociedades multiculturales como la brasileña y a de América Latina como uno todo. Ningún pueblo que haya sufrido eso [el periodo de la esclavitud] como su rutina diaria a través de siglos, saldría de ella sin ser marcado indeleblemente. Todos nosotros brasileños, somos de la misma carne de aquellos indios y negros torturados. Todos nosotros brasileños somos, de la misma forma, la mano posesa que los torturó. (Darci Ribeiro,1995, p. 120).
1. INTRODUCCION
Cuando el grupo junguiano de Brasil estaba comenzando a formar su primera sociedad de la IAAP en 1978, tuvimos la visita de Adolf Guggenbühl-Craig. Aunque hayan pasado treinta años, puedo que aún acordarme bien de los días que pasamos en Río de Janeiro. Paseando en coche, cerca a la playa, él me dijo: “es bastante comentada en el exterior la conocida ‘democracia racial’ de Brasil. Mirando esas playas plagadas de ustedes, donde todos pueden ir, sin ningún lugar particular o privado, recuerdo algunos espacios públicos de Zúrich donde las personas tienen que pagar para entrar. Se puede ver en esas playas, como las que vemos ahora, a blancos, morenos y negros, todos juntos. Pero si usted fuera a restaurantes, usted notará un ‘blanqueamiento’ de la atmósfera a medida que va a lugares cada vez más caros. Si usted fuera a lugares más baratos verá, al contrario, un ‘oscurecimiento’ del ambiente, usted ve más personas negras”.
Es verdad que en Río de Janeiro, una ciudad de gran proporción de población de color, se encuentra raramente una persona negra en ambientes más caros. También en la universidad particular donde enseño, la presencia de estudiantes de color es pequeña. También eso es verdad en mi clínica particular. Sin embargo, observando la clínica social que el Instituto Junguiano de Río de Janeiro mantiene, se puede notar una mayor frecuencia de pacientes negros. Todo eso confirma un hecho ampliamente demostrado por estadísticas (1): el problema del color en Brasil es en verdad un problema de clases sociales. Discutiré ese problema a partir de sus implicaciones históricas y sociológicas.
Hay tres puntos principales que discutiremos:
1. Que Brasil tiene una gran proporción de población negra o mestiza, es un hecho sabido. Lo que no es generalmente reconocido o admitido es que esa población tiene una amplia contribución a la cultura brasileña y a su identidad como nación.
2. La importancia de la definición en una sociedad multicultural como la brasileña de una entidad que nosotros llamamos Persona Racial. Como se sabe, Jung define Persona de forma sintética: La Persona es un complicado sistema de relaciones entre la conciencia individual y la sociedad, de forma ideal un tipo de máscara organizada para, de una parte, dar una impresión definitiva en los otros y, de otra parte, esconder la verdadera naturaleza del individuo. (Jung 1928, para. 205)
Persona Racial es un concepto derivado de Persona: comprende la totalidad de características raciales que delinean la apariencia externa del individuo, es decir, la coloración de la piel, la textura del cabello, la anchura de la nariz y otras características. La Persona Racial tiene gran importancia en la inserción social del individuo en situaciones como el mercado de trabajo, la posición que ocupará en la pirámide social y aún, en la elección de la pareja amorosa.
3. Cuando investigamos a un país o región debemos siempre tener en consideración su inconsciente cultural (Henderson), sus estereotipos y sus imágenes estereotipadas. (Vannoy-Adams). Investigaremos algunos estereotipos de la cultura brasileña como realmente importantes en la configuración de una identidad nacional.
Empleo aquí la expresión inconsciente cultural siguiendo Joseph Henderson (1990), como el segmento del inconsciente colectivo perteneciente a una nación o grupo social. Creo que ese concepto es céntrico cuando estudiamos la psicología de la cultura.
Los términos estereotipos e imágenes estereotípicas fueron empleados por Michael Vannoy-Adams en el sentido de definir patrones e imágenes específicas de determinadas culturas que definen formas típicas de su comportamiento (Adams, 1996, 2005).
2. EL PAPEL DEL MESTIZAJE EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD BRASILEÑA
Desde el periodo colonial la población brasileña se organizó con el mestizaje de diversas razas. La historia de Brasil es una saga de mezclas de diversos pueblos y diversas razas a través de un fuerte mestizaje. Ocurrió en ese país una situación bien distinta de América del Norte, en donde familias enteras migraron para el nuevo mundo. Allá, se produjo una fuerte influencia del calvinismo en familias razonablemente bien organizadas, como lo fueron aquellas del navío Mayflower. En el caso brasileño, navegantes solitarios llegaron a las nuestras costas, muchos de los cuales no divisaban mejores oportunidades de trabajo en Portugal ni en otros lugares de Europa, otros venían de las prisiones, los llamados degradados. El fuerte mestizaje de los navegantes solitarios con los indígenas habitantes locales ocurrió desde el inicio. Podemos decir, repitiendo Darci Ribeiro, que la Gran Madre original de todos los brasileños es una india(2), el arquetipo de la gran madre de Brasil
En el comienzo del periodo colonial la mezcla racial se configuró en el lenguaje cotidiano de los brasileños. El portugués no era el lenguaje de la colonia, pero el nhengatu, hablado al este y al norte y el banhenhén, dialecto del sur. Ambas lenguas son dialectos, una extraña mezcla del tupi-guarani de los indios de la costa con el portugués de Portugal. Es importante recordar, aunque pocos sepan de eso, o si lo saben, buscan ignorarlo, que esos dialectos indígenas permanecieron como las lenguas más habladas no por poco tiempo, pero dominaron en la población hasta fines del siglo XVIII! (Ribeiro, 1995, p. 120, 121). El fuerte mestizaje racial se manifestaba hasta en la manera de hablar de los brasileños.
Sabemos que los indios no fueron una fuente adecuada para el trabajo esclavo de los colonizadores, que se rebelaron, que huyeron para el interior de los grandes bosques o que murieron miles, muertos por nuevas enfermedades que no podían resistir. Fue entonces que comenzó la terrible experiencia del transporte de seres humanos de varias naciones de África para que se sometieran al trabajo esclavo en Brasil, en las plantaciones de caña de azúcar en el norte y en las minas de oro en el centro del país. El tráfico sistemático comenzó a fines del siglo XVI y sólo vino a terminar en 1895! La esclavitud sólo fue abolida por decreto en 1888. Brasil se convirtió así en la última nación en el occidente civilizado en abolir la esclavitud.
El papel de los indios, mestizos mulatos y negros en el proceso civilizatorio en general es dejado de lado. Pero el papel importante de esas etnias en la construcción de una identidad cultural del pueblo brasileño es demasiado vital para ser olvidado.
Los aspectos históricos mencionados son fundamentales para entender porqué Brasil tiene un prejuicio racial muy peculiar, diferente del prejuicio anglosajón. Podríamos decir que podemos percibir dos tipos de racismo, un racismo anglosajón y un racismo latino. El racismo anglosajón tiene un carácter más definido, separa personas y lugares. La palabra Apartheid significa separación. Debemos recordar que Martin Luther King enfrentó la cuestión de los lugares separados para negros en autobuses y en los espacios públicos. En Brasil la sombra del prejuicio racial aparece disfrazada, de la mano con el prejuicio social, como demostraremos a continuación. De hecho, el carácter básico del racismo brasileño es que no está basado en el origen de la persona, sino en el color de su piel. Eso hace que un racismo no admitido se convierta en un elemento céntrico en la sombra colectiva del inconsciente cultural brasileño.
3. RACISMO DEL PASADO, RACISMO EN LA ACTUALIDAD
El antropólogo Darci Ribeiro trae la cuestión del período esclavista en Brasil a nuestra cotidianidad con una interpretación histórica desafiadora, yo diría que una interpretación junguiana, que demuestra las idiosincrasias del inconsciente cultural brasileño:
Ningún pueblo que pasó por eso [el periodo esclavista] en su rutina diaria a través de siglos podría salir de eso sin ser marcado indeleblemente. Todos nosotros brasileños, somos la misma carne de aquellos negros e indios torturados. Todos nosotros brasileños somos, de manera igual, la mano posesa que los torturó. La suavidad, docilidad y la crueldad más atroz se conjugaron para hacer el pueblo sufrido y triste que somos, y también el pueblo insensible y brutal que somos también nosotros. Descendientes de esclavos y señores de esclavos, seremos siempre siervos de la malignidad destilada e instalada en nosotros……. El lado más terrible de nuestra herencia es siempre cargar con nosotros la cicatriz del torturador impresa en nuestra alma lista a explotar en su brutalidad clasicista y racista. (Ribeiro, 1995, p. 120).
Esta es realmente una interpretación psicológica de la permanencia del periodo esclavista en el inconsciente cultural brasileño, después de más de tres siglos de esclavitud y sólo poco más de un siglo después de su abolición. La imagen del par esclavo sufridor y del señor sádico debe ser considerada una importante imagen estereotipada del inconsciente cultural brasileño. Ese estereotipo está presente, juzgo yo, en la estructura piramidal de las clases sociales en Brasil.
El periódico Folha de S. Paulo promovió una encuesta detallada para evaluar la presencia del racismo en la población brasileña. La investigación incluyó todos los niveles sociales y comprendió todos los colores de piel, desde blancos, mulatos, indios y negros, y también todas las clases sociales. Esas diversas categorías fueron nombradas específicamente y evaluadas de forma específica. Ese importante trabajo apareció en forma de un pequeño libro, Racismo Cordial(Hoja de S. Paulo, Datafolha, 1998).
Ese curioso nombre dado al racismo brasileño, racismo cordial, deriva de la noción de cordialidad que el etnólogo Sérgio Buarque de Holanda desarrolló en su importante libro, Raíces de Brasil (Holanda, 1936/1999).
Según Holanda, “La contribución de Brasil para la civilización será la cordialidad. Nosotros daremos para el mundo el hombre cordial”. (Holanda, 1936/1999, p.146). Pero para el autor, sería un error entender la cordialidad meramente como buenas maneras y civilidad. Según él, la palabra cordial debería ser entendida según su sentido etimológico preciso. La palabra cordial incluye algo de coercitivo y puede expresarse en mandamientos y sentencias. Según Holanda en algunas culturas, como la japonesa, eso aparece como forma religiosa, en el sentido devocional xintoísta. Holanda afirma que el brasileño está lejos de tener una noción ritualística de la vida, siendo cordial y colocando el interés privado por encima del público.
Escribe Holanda:
…la cortesía es, de algún modo, organización de defensas ante la sociedad. Se detiene en la parte exterior, epidérmica, del individuo….pudiendo servir, cuando es necesario, de pieza de resistencia. Equivale a un disfraz, que permitirá a cada quien preservar intactas su sensibilidad y sus emociones. (Holanda, 1999, p.147)
El texto de Sérgio Buarque de Holanda, escrito en 1936, pertenece a su libro Raíces de Brasil, obra obligatoria para el estudio de la etnología y cultura brasileñas. El texto citado es una verdadera joya de trabajo psicológico, una esmerada descripción de un estereotipo en el inconsciente cultural de Brasil, la persona del hombre brasileño y su así llamada cordialidad operando como defensa, ocultando sus sentimientos reales.
Comenzamos a entender mejor porque la Folha de S. Paulo tituló su investigación Racismo Cordial, expresión que adoptamos también para nuestro trabajo. Conociendo las implicaciones y contradicciones que el término cordial contiene, podemos tener una mejor idea de un disfraz para la violencia, rechazo, odio, actitud superior y principalmente, la falta de apertura a la igualdad de oportunidades para trabajar con mejor salario y una mejor educación en las universidades para negros y mulatos en Brasil.
4. CLASE SOCIAL Y PREJUICIO DE COLOR EN BRASIL
De manera bastante frecuente se hace extremadamente difícil para un negro adquirir un patrón de vida más elevado en Brasil. Cuando eso ocurre, acontece una especie de milagro: la persona de color se hace blanca o, para expresarlo de forma más clara: él es considerado blanco o se percibe como blanco…. Hay una extraña conexión entre el color de la piel y la clase social en Brasil, mejor dicho, entre prejuicio racial y prejuicio de clase.
El sistema social muy estratificado, en el cual la posición social tiene muy a ver con el color de la piel, tiene sus orígenes ya en la época de la abolición de la esclavitud. Por esa época, Brasil tenía una economía predominantemente agraria. Los señores de esclavos, eran los propietarios de tierra y ellos sabían que la abolición no traería grandes cambios en las relaciones sociales y que ellos continuarían reteniendo el poder. Los abolicionistas, al contrario, tenían una visión más näif a ese respeto y recogían profundas transformaciones sociales. Los señores blancos tenían el monopolio del poder económico, político y social. Las capas más bajas de la sociedad estaban compuestas por personas de color recientemente liberadas, indios y algunos blancos. Por lo tanto el sistema social estratificado existía ya en esos tiempos y obedecía a un patrón étnico rígido. Por lo tanto, aún después de la abolición de la esclavitud, el sistema estratificado étnico no dependía de la esclavitud para existir (3).
El medio millón de esclavos que fueron liberados en 1888 entraron en un sistema social multiracial complejo en el cual el arquetipo de la persona adquirió una tonalidad particular que estamos conceptuando como la persona racial. No podemos olvidar que Brasil, y América Latina de forma general, nunca fueron desde su fundación, una sociedad bi-racial como Estados Unidos o Sudáfrica. Desde sus inicios la población sufrió alto grado de mestizaje, como ya fue mencionado. Desde el punto de vista del fenotipo, la sociedad multirracial admite todos los grados de coloración de la piel, variando entre el caucasiano europeo, el brasilíndio, la población de raza amarilla y el negro. El color de la piel, la textura del cabello y otras características físicas, es decir, laPersona Racial podría ayudar, en cierta medida, a los esfuerzos del individuo para subir en la pirámide social. Los mestizos parecen tener una Persona Racialque los hace más aptos en su movilidad en la escala social (4). Como dice un cínico dictado popular brasileño: “el dinero clarea…..” (Skidmore, 1989, p. 55). En Brasil, cuando la persona se hace relativamente rica y sube en la escala social, su piel, como si fuera un milagro, clarea.
Considerando la persona racial de un brasileño de clase media, podríamos decir los mulatos y mestizos, son responsables por la así-llamada democracia racial de Brasil. La capacidad de movilidad en la escala social depende ampliamente del color de la piel. Aquellos con una persona racial de un negro puro tienen menos oportunidades de movilidad en la escala social.
Es sorprendente percibir cómo el grupo étnico, hasta cierto punto puede tornarse más un atributo de la clase social que del color de la piel! Recientemente el conocido jugador de fútbol Ronaldo fue entrevistado por el semanario Veja sobre los constantes eventos racistas en juegos de fútbol en Europa. Ronaldo respondió que estaba muy triste con esos acontecimientos, pero, en sus palabras “ como blanco, yo no estoy directamente afectado por esos ataques racistas, pero puedo muy bien comprender el sufrimiento de mis amigos” (5) . Ronaldo es un mestizo de piel oscura. En su caso, un fenómeno muy común en tierras brasileñas sucedió: La percepción del color de la piel aparece asociada a la clase social. Ciertamente Ronaldo Nazário admitiría ser un mestizo antes de hacerse famoso, cuando era un niño pobre en el distrito de Bento Ribeiro, en Río de Janeiro. Después de hacerse campeón del mundo en 1994 en Estados Unidos con sólo 18 años, se hizo un multimillonario jugando en los equipos profesionales de Italia y de España. Para el consenso general, él ya no es mulato.
Otro ejemplo interesante de confusión entre color de la piel y clase social, es relatado por Meira Penna (6), demostrando que esa cuestión se remonta a los tiempos coloniales:
Henry Koster, un viajero inglés en Brasil durante el siglo XIX se quedó sorprendido al ver un mulato ocupando el alto puesto de capitán; él entonces oyó la siguiente explicación: “Sí, originalmente él era un mestizo, pero ahora como capitán, él no puede ser otra cosa sino un blanco”.
5 . ADOPCIÓN Y RACISMO CORDIAL.
En el sudeste de Brasil, lugar donde trabajamos, ocurre un fenómeno importante desde el punto de vista del racismo cordial al cual estamos aludiendo. Es común en algunas familias pudientes, que en casos de infertilidad, busquen adoptar hijos en la región sur del país, donde hubo en el pasado intensa inmigración italiana y alemana. La posibilidad de adopción de descendientes de raza europea es mayor en esos casos. Pero eso no siempre sucede y es frecuente la adopción involuntaria de niños mestizos o negros. Lapersona racial diferente de la esperada sólo es reconocida años después de la adopción de bebés, pues, como se sabe, el bebé tiene un color aún indiferenciado durante los primeros años. Se puede imaginar el efecto devastador que tales situaciones pueden traer en las relaciones padres y hijos y las emociones de amor/desamor y rechazo inconsciente.
Cuando el color, en general mestizo, se manifiesta, la reacción más común que encontramos es la defensa de negación de la identidad racial del niño, lo que se vuelve una cuestión más difícil de abordar que el mismo hecho de la adopción en sí. El niño adoptado generalmente es informado de forma natural y objetiva sobre su origen. Sus padres adoptivos son orientados por terapeutas o consejeros sobre cómo abordar esa cuestión. Los padres adoptivos se declaran tan pronto como sea posible, afirmando que la madre biológica no tuvo condiciones de mantener el niño, pero que ellos, como padres adoptivos lo aman profundamente.
De forma sutil y poco percibida, el racismo cordial se hace presente y el niño tiende a creerse blanco como los padres. Esa persona racial forzada, construida a partir de deseos no verbalizados de los padres, es un elemento fuerte para identificarse el niño con los padres adoptivos, sintiéndose como si, de hecho, perteneciera a la familia de adopción.
Pero cuando la socialización comienza en el colegio y con los amigos más próximos, la falsa persona crea una tensión en los grupos sociales muchas veces difícil de soportar. Aparecen crisis serias de identidad que pueden interferir en la organización del ego del niño para toda una vida.
Un ejemplo de esta constelación fue la de cierto paciente de 50 y pocos años, en análisis bajo mi orientación. Resolvió adoptar un hijo por tener una hipospermia y por su mujer haber presentado endometriosis grave. De parte de ambos, por lo tanto, había infertilidad. El paciente es ítalo-descendiente, de color claro y la esposa rubia. La decisión de adoptar un niño en el sur, y después una niña, en el mismo lugar consteló el complejo cultural del racismo cordial en padres e hijos. El paciente tiene excelente posición profesional y financiera, y buscó proporcionar a sus hijos los mejores colegios y la mejor educación. La convivencia con la clase alta brasileña colocó a los hijos oscuros en conflicto. Estando ambos ya en la franja de los 20 años, esos problemas se presentaron como muy severos. El muchacho desarrolló una neurosis grave, con trastornos de carácter y alcoholismo. La niña decía tener los cabellos de textura y color como los de la madre, aunque tuviera cabellos y apariencia mestiza. Sus amigas secretamente se reían de ella y la aislaron de la vida social. Después de estar estudiando derecho en la mejor facultad particular de la ciudad, abandonó súbitamente los estudios y realizó viaje por Europa yendo después fijarse en un país extranjero, afirmando que estudiaría culinaria. Mi paciente se declaraba abierto en cuestiones raciales y del prejuicio de clase social. Pero él y toda su familia fueron tomados de forma avasalladora por el complejo cultural del racismo cordial. Entró en profunda depresión y crisis existencial, las cuáles le llevará tal vez años para elaborar.
6. EL BLANQUEAMIENTO DE LA RAZA
El peculiar prejuicio de color en Brasil incluye una fantasía poderosa: el llamado blanqueamiento de la raza (7). De acuerdo con brasilianista norteamericano Thomas Skidmore (1974/1989) la élite brasileña estaba grandemente influenciada por ideas racistas europeas y deseaba elblanqueamiento de la raza desde el siglo XIX.
La tesis del blanqueamiento afirmaba que a través de entrecruzamento continuo de blancos con negros, los genes blancos, siendo más fuertes, predominarían sobre los genes de la raza negra, llegando a producir una generación blanca después de varias generaciones de mestizos. La sociedad brasileña alcanzaría entonces una pureza étnica a través del mestizaje, no por separación o exclusión!
Esas fantasías racistas no ocurrieron en ningún otro lugar, habiendo sido mantenidas por parte de la intelectualidad brasileña entre 1889 hasta 1930, y fueron presentadas en formato científico por el etnólogo brasileño João Batista de Lacerda en el 1º Congreso Universal de Razas, en Londres, 1911 (8).
La idea alquímica del blanqueamiento de la raza fue polarizada por otro movimiento teórico que comenzó en 1930: la antropología cultural y sincretismo cultural liderado por Gilberto Freyre y otros importantes etnólogos. El argumento de Freyre era que ambiente y cultura eran el factor principal. Con el surgimiento del Nazi-Facismo en Europa la perspectiva cultural probó ser la correcta. Las antiguas ideas del blanqueamiento de la raza desaparecieron pero permaneció en el inconsciente cultural el estereotipo anacrónico de la inferioridad de grupos no-blancos: los negros podrían llegar a la realización social sólo a través de los deportes y de la música, y no a través de profesiones académicas.
7. CONCLUSIONES FINALES
El inconsciente cultural brasileño presenta una polaridad que la psicología analítica considera de lo más peligroso: la disociación de contenidos psíquicos. En el caso brasileño y tal vez de América Latina como un todo, el propio prejuicio racial se encuentra disociado y recalcado. Las culturas que presentaron un racismo abierto en el pasado tuvieron finalmente líderes anti-racistas libertarios como Martin Luther King en Estados Unidos y Nelson Mandela en Sudáfrica. Esos líderes lideraron los grupos reprimidos en el camino de encontrar una existencia significativa en sociedad.
Pero en Brasil, como el sociólogo Florestan Fernandes dijo una vez: “el brasileño tiene vergüenza de tener prejuicio”. O podríamos decirlo de manera psicológica: el brasileño tiene enorme dificultad en hacerse consciente de su prejuicio racial, porque él está profundamente disociado en el inconsciente cultural. El resultado de esa disociación es una energía tremenda entre la persona sofisticada del hombre cordial y su racismo cordial, una sombra de odio, actitud superior y desprecio sutil con el que permanece abajo, en la pirámide social.
PALABRAS- CLAVE
Inconsciente Cultural. Racismo Cordial. Complejo Cultural. Identidad Brasileña.Persona Racial.
NOTAS DE PIE DE PÁGINA
(1) Ver la extensa y detallada investigación realizada por El diario Folha de S. Paulo y publicada com El formato de libro con el nombre: Racismo Cordial (1999).
(2) Darci Ribeiro (1995) O Povo Brasileiro, p. 81 e ss.
(3) Ver T. Skidmore, Preto no branco. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1989, 2ª ed., pp. 54, 55.
(4) Es quien defiende Darci Ribeiro, en O Povo Brasileiro, p.
(5) Ronaldo Nazário, Revista Veja on line, 1º de junho, 2005.
(6) J .O. de Meira Penna, Psicologia do Subdesenvolvimento. Rio de Janeiro: APEC, 1972, 2ª Ed.
(7) Sobre el Blanqueamiento, ver Skidmore, T: (1989, 2ª ed.).- Preto no branco. Rio de Janeiro: Paz e Terra, pp. 81 e ss.
(8) João Batista de Lacerda, ver Skidmoire, op. cit. pp.81 e ss.
BIBLIOGRAFÍA
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BUARQUE DE HOLANDA, S.- (1936) Raízes do Brasil. S. Paulo: Companhia das Letras, 1999, 26th ed.
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FERNANDES, F.- (1964) A integração do negro na sociedade de massas. São Paulo.
FOLHA DE S. PAULO/ DATAFOLHA –(1998, 2ª ed) Racismo cordial. S.Paulo: Ática.
HENDERSON, J. (1984) – Cultural attitudes in psychological perspective. Toronto: Inner City Books.
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MEIRA PENNA, J.O (1972).- A Psicologia do sub-desenvolvimento. Rio de Janeiro: Editora APEC.
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SKIDMORE, T (1989, 2ª ed.).- Preto no branco. Rio de Janeiro: Paz e Terra,. [Black into White. Race and Nationality in Brazilian Thought. Oxford University Press, 1974].
DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS:
ADAMS, M. V.- (2005) The Islamic unconscious in the dreams of a contemporary muslim Man. – Paper presented at 2nd International Academic Conference of Analytical Psychology and Jungian Studies. Texas University, 2005. Disponible en: www.jungnewyork.com (revisado el 3 janeiro de 2007)
REVISTA VEJA ELETRÔNICA- Entrevista. (2005) Com Ronaldo Nazário sobre Racismo nos times de futebol na Europa.Disponible en: www.veja.com.br “Veja on-line”, 1o de junho, 2005. (revisado el 5 de janeiro de 2007)
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