Redención en los cuentos de hadas – 3
Marie-Louise von Franz
M-L von Franz nació en Zurich en 1915, fue alumna y discípula de Jung, se especializó en el estudio del simbolismo, la interpretación de sueños, mitos y leyendas. Fue presidenta honoraria del Instituto Jung de Zurich. Dotada de una especial habilidad para traducir los materiales junguianos simbólicos a la realidad psicológica cotidiana, murió en 1998. Este documento corresponde a la Tercera Conferencia del libro Símbolos de Redención en los cuentos de hadas, 1990, Barcelona: Ediciones Luciérnaga S.A. Fue tomado del Blog Psicología Analítica, Colectivo e Individuación del Psicólogo uruguayo Pablo Javier Borges.
En nuestra conferencia anterior hablamos del tema del efecto del enfriamiento del baño. La Iglesia católica se refiere al aqua doctrinae, el agua de la doctrina, el agua como símbolo del efecto calmante que el dogma aporta al alma. Cuando existe una posibilidad de comprehensión, la emoción se enfría y se aquieta. Con frecuencia en el cuento de hadas, el baño redentor es muy caliente y únicamente el héroe es capaz de aguantar una temperatura en la cual otros perecerían. En una versión el viejo rey trata de destruir al héroe por medio de un baño, pero su caballo posee cualidades mágicas y es capaz de enfriar el agua con su aliento, permitiendo de ese modo que el héroe salga indemne. Entonces el héroe invita al rey a meterse en el baño, quien no resiste la temperatura y muere en el agua hirviendo. Aquí no se trata del efecto purificador del agua sino de la magia secreta que posee el héroe y que lo protege de morir hervido en el baño o de ser cocinado en la estufa.
El agua caliente significaría emoción: cuando trabajamos con un complejo haciéndolo regresar de nuevo al inconsciente le agregamos el factor libido al participar emocionalmente con lo que de allí procede. Con frecuencia el complejo en sí posee una cierta cualidad afectiva y en tal caso podemos someterlo a un proceso de calentamiento en ese mismo afecto. Es posible que el agua caliente o la emoción salgan junto con una proyección y entonces toda la emoción fluye como un río hacia el objeto exterior. Una persona puede tener una oscura sombra contra la que lucha, volcando su ira contra otra persona, pero debe mostrársele que su actitud no es más que una proyección para que él, o el complejo a tratar, se guise en su propio jugo. Cuando se cierra la salida normal de la proyección, comienza la agonía y puesto que ya no es posible convertir el mundo exterior en conejillo de indias, uno se ve forzado a sufrir en sí mismo todo el impacto del complejo, el cual ya no posee ninguna otra salida. La persona que trabaja en su análisis puede tener sentimientos negativos en contra del analista y si éste reacciona emocionalmente le está proporcionando una salida, mientras que si se mantiene fuera, la emoción se mantiene dentro de él, y tiene que sufrirla. Este método no siempre es el más indicado, en ocasiones no tiene que entrar en el juego emocional, pero esto depende de la correcta interpretación de los sueños y de adoptar consecuentemente la actitud que corresponde, sabiendo cuándo la emoción debe mantenerse dentro de la persona, quien se encuentra entonces, junto con el complejo, en un baño caliente, lo que implica siempre un tremendo sufrimiento.
En realidad, ésta es una imagen del infierno, en donde se hierve en aceite a altísimas temperaturas y en donde debe permanecerse sin salir. Esto le sucede a la gente todos los días cuando se sientan y hierven en sus propios complejos emocionales. Incluso las personas que no creen en el infierno se impresionan con esta imagen que expresa una cierta verdad psicológica.
Calentar un baño desde fuera implicaría que la emoción se intensifica artificialmente. Esto lo vemos principalmente en casos de esquizofrenia cuando la gente tiene tremendos problemas y no los sufre adecuadamente. El efecto no aparece donde uno lo esperaría, sino que explota en algún otro lugar. Jung habla de un paciente a quien le preguntaron durante una entrevista qué era lo que escribía, a lo cual respondió que anotaba cuándo le había telefoneado la Virgen María. Si una persona normal tiene una visión de la Virgen María o una conversación con ella, se sentiría tremendamente impresionado. No es el caso de los esquizofrénicos que pueden expresarlo con el mismo tono con que dirían cualquier otra cosa, como, por ejemplo, pedir cigarrillos. En este caso o en casos límites, el baño tiene que calentarse artificialmente lo cual significa que la psicoterapia debe añadir la emoción que falta. Por ejemplo, un paciente esquizofrénico puede amenazar con matar al analista sin por eso darse cuenta de lo que dice; en ese momento uno tiene que provocar un golpe de efecto para producirle un shock y su reacción normal. Si existe una posibilidad de salvar este tipo de casos es tratando de que el analizando llegue a comprender lo que dice; es decir, calentar el baño desde fuera y aportar la emoción que no se produjo adecuadamente en el interior del mismo.
En la esquizofrenia los contenidos del inconsciente tienen tendencia a desintegrarse, perdiendo de esta manera su valor emocional normal. En una neurosis, la parte neurótica de la personalidad que se encuentra bloqueada tiene vida emocional adecuada, mientras que en un caso psicótico la dificultad es la tendencia a desintegrarse más y más sin el correspondiente afecto emocional. Estas personas son susceptibles de ser heridas con algún comentario que uno exprese sin que aparentemente se den cuenta de que se les ha herido; sin embargo, posteriormente, se sentirán afectadas. En una ocasión hice un comentario sobre el complejo de un paciente; sin embargo, se fue muy contento sin darse por enterado. Una hora después, en la calle, tuvo la idea súbita de que un hombre en un camión intentaba matarlo, y entonces una tremenda ira se apoderó de él. La reacción surgió, por otra parte, en un sitio completamente inapropiado. Le dije que algo debió de haberlo herido durante nuestra entrevista puesto que un sueño reciente orientaba hacia esa dirección, pero él no se acordaba de nada. La zona que yo había atacado de frente se encontraba tan cerrada que todo pasó en forma aparentemente inadvertida para él. Después de esto, soñó que habían matado a alguien y lo habían arrojado a un gran hoyo hecho en la tierra, el cadáver había desaparecido y sólo quedaban trazas de su ropaje. De esta forma, el complejo se convertía en un contenido autónomo que se desintegraba.
En análisis, es bien sabido que la persona que ha sido herida puede soñar que alguien mata, pero un paciente esquizoide que no se da cuenta de nada, siente una furia tremenda en contra del hombre del camión. La asociación no se encuentra fácilmente sin grandes trabajos y es prácticamente imposible reconstruir la situación de lo que sucedió por dentro. Por lo tanto, en casos en que el complejo no se expresa con la emoción adecuada debe dársele suficiente energía desde el exterior para que brote en su forma correcta sin desintegrarse y de esta manera se concentra la atención sobre el asunto para que pueda llegar a manifestarse. Un problema puede reprimirse y bloquearse en un cajón durante años y años y la persona puede rechazarlo diciendo que si lo hace, entra en una depresión. Eso correspondería a rehusar prestarle la debida atención a la parte bloqueada de la personalidad, a fin de evitar el sufrimiento del baño hirviendo.
El Benedictio Fontis, el bautismo de la Iglesia, representa la limpieza del ser humano y su transformación en un nuevo ser espiritual; el simbolismo de la misa ha sido tremendamente elaborado, mientras que en los cuentos de hadas encontramos el proceso natural. El sábado anterior a la Pascua, siempre se bendice el agua bautismal. El sacerdote divide el agua en cuatro partes, haciendo la señal de la cruz sobre ella, lo que significa que la sangre de Cristo fluyó de la cruz de cuatro brazos sobre todo el mundo, hacia un nuevo paraíso, y el agua se convierte en un instrumento de renacimiento de las almas. Por lo tanto, se dice que el Espíritu Santo impregnará el agua preparada para el renacimiento del hombre, con la misteriosa mezcla del poder divino para que, de este útero de la fuente divina, nazca una nueva criatura que haga surgir una generación divina. Todos aquellos que se han separado por el pecado renacen a la misma niñez a través de la madre Iglesia y la gracia de Dios, y todo espíritu impuro huye y no puede acercarse al agua. Entonces el humano, purificado, revive y es absuelto del pecado, después es bendecido tres veces con la señal de la cruz. Aquí pues, los aspectos de limpieza y de iluminación se encuentran unidos. El sacerdote sostiene el cirio pascual en el agua y lo bendice tres veces en forma decruz. En ese momento las cualidades de luz y renacimiento del Espíritu Santo entran en el agua y se dice que el Espíritu Santo entra en el agua bautismal para que aquellos que reciban el bautismo renazcan auténticamente.
El gesto de fuego de la vela de Pascua entrando en el agua es psicológico. Podríamos decir que la luz de la vela representa la claridad de una actitud comprensiva, la iluminación de la mente que entra ahora en el inconsciente y lo fertiliza. Esto representaría una actitud de sacrificio voluntario, una cierta comprehensión consciente y conocimiento de la verdad lograda por la inmersión en el agua, esto es,haciéndola regresar al inconsciente de donde originalmente salió, a fin de que pueda aumentar en poder y efecto. También encontramos la unión de los opuestos —el fuego y el agua— y el resultado es un agua ardiente. Al agua bautismal de la Iglesia con frecuencia se le llama aqua ignita puesto que, se dice, contiene el fuego del Espíritu Santo y expresa la realidad total de la verdad, la unión de las actitudes consciente e inconsciente. Si se desea interpretar esto más de acuerdo con las ideas de la Iglesia, se puede agregar que siempre se dice que toda verdad de la Iglesia católica contiene un misterio y sólo puede ser interpretado hasta cierto punto; siempre hay algo que no puede explicarse mediante fórmulas dogmáticas ni a través de representaciones. La luz de la vela significaría ese aspecto desconocido de la Iglesia unido a otro aspecto. A través de la cualidad simbólica se toca tanto el inconsciente como la mente consciente del participante, dándole a la verdad una cualidad doble. Es un símbolo de la renovación de su actitud. La gente que ha estado trabajando durante largo tiempo en su análisis no necesita, como lo precisaría si estuviese en un principio del mismo, este tipo de análisis exhaustivo de un sueño; una alusión es suficiente. ¿Cuál sería el sinónimo de la aspersión del agua bendita (el asperges)? Podría ser el reemplazar el procedimiento estéticamente desagradable de la inmersión en el baño.
Durante las vacaciones tuve la oportunidad de ver una película sobre los ritos bautismales de los mandeos (habitantes de la zona territorial situada entre el Tigris y el Éufrates). Tienen un ritual durante el cual todos los objetos de la casa se sumergen en un gran baño. Es muy difícil dejar de ver el aspecto antiestético y al mismo tiempo divertido de la ceremonia cuando, al empujar al macho cabrío dentro del agua, todo el mundo queda recubierto de lodo y agua. Como ustedes saben, durante el proceso de su desarrollo, la Iglesia católica ha eliminado este tipo de procedimientos y los ha reemplazado por aspectos más sutiles, pero por otro lado, el baño primitivo nos impresiona por la originalidad del espectáculo. Por la noche la gente se reúne secretamente y lee el libro sagrado. Cava un gran hoyo en donde todo el mundo se baña, incluyendo en la inmersión todos los utensilios del hogar y después de esto celebran una comida ritual. A pesar de que el acto deja mucho que desear desde punto de vista estético y no se puede evitar la risa ante algunos de sus aspectos, representa sin duda, mucho mejor que cualquier otro ritual elaborado, la emoción original que anteriormente poseía la ceremonia.
No debemos olvidar que la inmersión en un baño es una experiencia somática auténtica. Después de una larga estancia en una cabaña de las montañas es refrescante y maravilloso darse un baño del cual inmediatamente sentimos el efecto vivificador, y por supuesto no tiene nada que ver con la experiencia del baño diario. En psiquiatría el baño se utiliza como ayuda en estados catatónicos leves y en situaciones depresivas, puesto que tanto el masaje como el baño tienen un efecto vivificante sobre el cuerpo y la circulación de la sangre.
Pasamos ahora al motivo de comer flores, otro tema extraño en los cuentos de hadas. En la historia de Apuleyo, El asno de oro, el héroe se convierte en asno y sólo puede redimirse si come rosas. El novelista tomó este motivo del folklore. Este tema del ser humano que se convierte en animal y sólo puede redimirse si come flores, aparece en forma literaria en todo el mundo. Las flores pueden ser, lirios y no necesariamente rosas; todo depende del país en donde se relata el cuento. Una sencilla historia alemana se refiere a un hombre que corteja a la hermosa hija de una bruja y después se va a la guerra. La madre y la hija deciden que él ha sido infiel y a su regreso lo transforman en asno. Es obligado entonces a cargarunos grandes sacos de harina del molinero durante largo tiempo hasta que un día, al pasar por la casa de la bruja, escucha a la hija preguntarle a su madre si no es tiempo de hacerlo volver a su forma humana, y alcanza a oír la respuesta señalando que si come lirios recuperaría su primitivo ser. Así lo hace y de esta forma se transforma nuevamente. Entonces se presenta desnudo ante la gente del pueblo y les explica lo sucedido. Ésta es la versión original sencilla, sobre la cual está basada la historia de Apuleyo.
Primero debemos estudiar qué significa para un ser humano convertirse en animal. Los animales entre sí tienen diferentes comportamientos instintivos; si un tigre se comporta como una ardilla lo llamaríamos neurótico. El que un ser humano se convierta en animal significa que se encuentra fuera de su esfera instintiva, alejado de ella; debemos por lo tanto mirar el animal específico del que se trata. Tomemos el asno: es uno de los animales del dios Dionisio. Era reconocido en la antigüedad como un ser muy sexual, por su perseverancia y por la así llamada estupidez. Es uno de los animales de Saturno y tiene sus cualidades. A Saturno, en la antigüedad tardía, se le consideraba el dios de los judíos y en las discordias entre cristianos y nocristianos, a ambos, cristianos y judíos, se les acusaba de adorar un asno. Por lo tanto, ser transformado en asno implicaría a la vez estar dotado de sus mismas cualidades, esto es, haber caído bajo el impulso de un complejo específico, el cual impuso este comportamiento. En la historia de Apuleyo el que aparece en primer plano, obviamente, es el impulso sexual. El hombre disfrutó de un asunto sexual con la ayudante de cocina y consiguió anegarse en el placer sexual. De ahí procede la idea de la melancolía asociada con Saturno.
Las depresiones y la melancolía cubren con frecuencia una tremenda ambición. Con bastante regularidad, al principio de un análisis existe un estado depresivo de resignación, la vida no tiene sentido, no hay sentimiento ni amor por la vida.
Una exageración de este estado puede provocar una completa incapacidad. Gente muy joven da la impresión a veces de tener la amarga resignación de un viejo o de una vieja. Si ahondamos bajo esa capa de negro lodo encontramos que más profundamente existe una ambición que puede llegar a ser abrumadora —la de ser amado, obtener riquezas, encontrar el compañero adecuado, tener prestigio, etcétera—. Bajo este tipo de resignación melancólica, con frecuencia descubrimos en la oscuridad un tema repetitivo que hace las cosas más difíciles. Si a las gentes en esa situación le damos un poco de esperanza, el león que traen dentro abre la boca y tenemos que retirarnos so pena de ser devorados; entonces, vuelven a colocar la tapadera, y así continúan, avanzando y retrocediendo. O todo, o nada. Se columpian entre la depresión resignada por un lado, y el brote de enormes exigencias por el otro. Esto es lo que llamaron nigredo los alquimistas, que representaron con sus oscuras nieblas y negros cuervos volando alrededor y, como dicen, «el pasar de toda clase de animales salvajes». En el tradicional paso del nigredo al albedo también nos encontramos con el paso de todos los animales salvajes, que emergen al exterior, un grupo después de otro: sexo, poder, impulsos infantiles, etcétera.
Así pues, volverse animal, transformarse en él, significa no vivir de acuerdo con nuestros instintos, sino estar parcialmente dominados por un impulso instintivo unilateral que afecta todo el equilibrio humano. Ahora bien, el asunto se vuelve más difícil si, como sucede con frecuencia en un cuento de hadas, una persona, no el héroe sino el ánima, es el personaje que se transforma en animal y tiene que serredimido por el héroe. En el cuento de hadas de Grimm, El pájaro de oro, al héroe siempre lo encontramos acompañado y ayudado por un zorro quien le aconseja y le presta la ayuda necesaria. Después del feliz matrimonio del héroe con la princesa, el zorro aparece un día y pide que se le decapite y se le corten sus garras. El héroe rehúsa y el zorro se retira, pero después reaparece y vuelve a pedir lo mismo. Con un profundo suspiro el héroe acepta, y entonces el zorro se convierte en un hermoso príncipe que resulta ser el hermano de la princesa y queda redimido de inmediato.
Si soñamos que es otra persona la que se ha convertido en animal, la hipótesis sería que el complejo del yo se encuentra dominado por otro complejo. Supongamos que un hombre sueña que la mujer a quien ama, eso es, la figura de su ánima, se convirtió en un perro negro; el ánima, que debería tener una expresión humana (significando que la vida interior ha alcanzado un nivel humano), se encuentra dominada por un impulso, retrocediendo a una forma de expresión prehumana, a través de la influencia de complejos internos.
El ánima estaría personificada por un ser humano y todas las reacciones del ánima de un hombre —la disposición de su humor y las emociones, la forma y el tono a través de los cuales ejerce atracción sobre otras mujeres— en un principio se encuentran a nivel de un ser humano femenino. Entonces, una bruja o un mago maldice a esa ánima dándole la forma de un perro negro, lo que significaría que otro complejo totalmente inconsciente ha contaminado el ánima con su contenido, ejerciendo una influencia destructiva y dañina sobre ella. En la periferia de la conciencia no podemos hacer nada hasta que el yo intervenga, por lo tanto un animal maldecido necesita la ayuda del héroe para salir de su estado, esto es, no puede liberarse a sí mismo. El aspecto oscuro de la imagen de Dios, que la conciencia colectiva no ha reconocido, generalmente se representa en cuentos de hadas europeos a través de la figura del mago. Éste tiene todas las características de un oscuro dios pagano, quizá Wotan, o un duende, o un demonio de montaña, o alguna otra imagen de Dios celta precristiana. Por consiguiente podemos decir que estos dioses representan un aspecto de la imagen de Dios que no se ha aceptado conscientemente y por lo tanto ha vivido una vida oscura, tienen un condicionamiento inconsciente, una particular concepción de la naturaleza y propósitos del mundo o filosofía de la vida que influye sobre el ánima. Con frecuencia, el ánima de un hombre tiene un punto de vista determinado condicionado y eso es difícil de entender. Un hombre puede describir bastante bien su propia ánima, y conoce sus propias reacciones pero lo complicado radica en que el ánima es, no sólo una expresión de estados de ánimo y sentimientos, sino que sobre todo está condicionada y tiene criterios éticos propios. Si el ánima es atraída hacia hermosas mujeres o hacia muchachas muy jóvenes entonces comprenderá que su vida sentimental tiene la cualidad de mirar la vida de una manera espontánea y no se encuentra inhibida como su mente consciente, pero lo peor del caso es que si trata de acercarse al complejo de su ánima joven, esto lo enfrentará con el problema del condicionamiento y eso puede retar su actitud consciente. Si un hombre descubre que su ánima siempre quiere que seduzca jovencitas, entonces el ánima no es únicamente la expresión de su voluntad momentánea, sino que tiende a acciones y pensamientos que están en contradicción con el condicionamiento social y moral del hombre, ocasionándole tremendos problemas. Puede aceptar el amor a la belleza y a la vida juvenil pero no puede aceptar la actuación consecuente a su decisión. Por lo tanto, el ánima es la portadora de un nuevo condicionante diferente. En nuestra sociedad, éstaes con frecuencia pagana, ama la belleza de la vida y la belleza de la naturaleza, más allá del bien y del mal, éste es su punto de vista condicionador siendo ésta la particularidad del problema: desafía toda la actitud consciente del hombre. El verdadero problema es que su ánima ha sido influida por otro complejo y primero tiene que tratar con el mago y su poder negativo y decir: «Yo tengo una convicción y mi alma tiene otra». Puesto que el problema del condicionamiento es, para el hombre, mucho más serio que el problema del sentimiento, es precisamente allí donde los hombres encuentran su mayor dificultad. La aceptación de que existe otro complejo más allá del ánima puede probarse por el hecho de que en los sueños, con frecuencia, aparece como que el ánima tiene otro amante y entonces el hombre tiene sueños de celos. Éste es un tipo de representación del inconsciente a través del cual se nos dice que el ánima se encuentra atada a otro complejo, en el inconsciente, y hay que adivinar cuál es el ánima y cuál el otro complejo.
Tomemos el ejemplo de un hombre que en su vida consciente no es ambicioso, sino más bien el tipo de hombre sosegado y perezoso que no quiere trabajar, pero tiene una sombra de ambición de la cual no es consciente y, a través de la cual, siempre cae con mujeres que le prometen convertirlo en un gran hombre. Debido a esta ambición inconsciente invariablemente se relaciona con ese tipo de mujeres que aplican el famoso truco atrapahombres, que consiste en la promesa de ser el ánima inspiradora del hombre y darle las alas con las cuales lograr volar hasta la cumbre. Este tipo de hombre puede soñar que su ánima se fue con un sujeto muy ambicioso y desagradable. Su ánima ha sido contaminada por su ambición. En cuanto se da cuenta de que ésa es su ambición, no vuelve a caer con este tipo de mujeres; se trataba de una ambición inconsciente y la pudo afrontar. Pero si el ánima tiene algún condicionamiento, es porque se encuentra contaminada con uno de los complejos masculinos. El ánima en el hombre es un impulso hacia la vida o desde fuera de ella, lo enreda y lo desenreda con la vida pero no tiene una filosofía definida, o si la tiene, es paradójica, envuelta en contradicciones. En este caso una filosofía es una tendencia que existe en el inconsciente y que no puede entrar en la conciencia y por lo tanto se apodera del ánima. Siempre implica un complejo tras otro, pero, lo que es más directo es hablar de la filosofía del ánima. Ésta se representa como su infidelidad: se va con otro hombre sin que él se dé cuenta —una característica inconsciente propia—. Entonces surge el problema de que el ánima tiene que liberarse de la influencia destructiva y matar al mago.
En cuentos de hadas europeos, el ánima se encuentra en las garras del demonio, y es entonces cuando el héroe y el ánima tienen que escapar de él hasta encontrarse seguros, tiene que llevarse a su ánima lejos de la influencia diabólica del inconsciente.
La siguiente pregunta es: ¿por qué el mago arroja la piel del animal sobre el ánima? Cuando la maldice ésa es su conducta y nos encontramos entonces con un perro negro en lugar de una hermosa dama. Bajo la piel de animal se esconde un ser humano sufriendo, pero al penetrar en el inconsciente lo primero que encontraremos será un perro negro. En la historia del asno, la bruja arroja la piel sobre el mismo héroe. Se puede embrujar a las gentes arrojándoles una piel encima. En Los seis cisnes de Grimm, la hermana tiene que confeccionar camisas, terminarlas dentro de un tiempo concreto y arrojarlas sobre los hermanos, quienes en ese momento seconvierten de nuevo en seres humanos. Pero como una de las mangas no ha podido ser terminada, el hermano menor conserva un ala. Por consiguiente un ser puede ser redimido o maldecido por medio de una piel que se le arroja encima. Arrojar la piel sobre alguien es pues otra manera de maldecir. Prácticamente, esto significa que un complejo de la psique que tiene medios humanos de expresión, se encuentra tan despotencializado que únicamente puede expresarse como animal. Siempre existe una razón, en algunas ocasiones directa, indirecta en otras.
Con frecuencia el complejo nos priva de nuestra energía y nos despoja de toda expresión. Podemos saber exactamente lo que queremos decir acerca de un problema cuando estamos solos; todo está entonces bastante claro, sin embargo en el momento en que nos encontramos implicados en la situación concreta, la emoción nos invade de tal manera que sólo podemos tartamudear, o hacer una señal; nos vemos privados de expresión humana. Si nos peleamos con alguien, en el momento en que empezamos a hablar, no podemos articular palabra, porque nuestra conciencia ética nos lo impide y nos encontramos comportándonos como un asno que sólo puede rebuznar: «jijo». Esto conduce a las famosas cartas, dado que en cuanto el analizando ha llegado a su casa y piensa en su situación se da cuenta de lo que quiso decir, pero durante la hora de análisis únicamente pudo decir «jijo», o habló de una manera estúpida, con un comportamiento tonto, o se expresó de una manera confusa. Éste es el efecto de la emoción, nos entorpece y enmudece.
En tal caso esto es aceptable en el comportamiento humano debido a la interferencia de otro complejo, regresado de nuevo hacia las emociones, es el retorno al estado de expresión animal. Esto generalmente es causado, directa o indirectamente, por un prejuicio en la actitud consciente del yo, una actitud equivocada del yo que no le da oportunidad a la persona de expresarse a sí misma adecuadamente. No tiene abierto el oído a lo que el ánima pueda decir. Este tipo de hombres suele referirse al ánima diciendo: «No es nada más que sexualidad».
Si pensamos que el ánima es un «nada más que» lo que ya se sabe sobre ella, entonces no se tiene la posibilidad de ser receptivo, se aleja de una actitud de ser capaz de escuchar y por lo tanto se convierte en «nada más que», en una carga de emociones brutales; nunca le dieron una oportunidad de expresarse a sí misma y por lo tanto se convirtió en algo inhumano y brutal. Jung introdujo la «imaginación activa» como un medio de hablar con el complejo: usted le pide al perro negro que entre y dialoga con él, escuchando cuidadosamente lo que él tiene que decir. Entonces verán que la sobrecarga desaparece y es reemplazada por un ser relativamente humano con quien pueden hablar y se darán cuenta de que se trata del mago. Hasta aquí el ser humano había rechazado al ánima y el mago tomó su lugar. Es como matar a la esposa o al hijo para herir a la otra persona. En ese caso se puede decir que en alguna parte el yo ha bloqueado un complejo por otro; y, como un acto de venganza, uno se encuentra embrujado. Si un condicionante pagano se encuentra detrás del ánima, el hombre tendría que preguntarse y definir su propio punto de referencia: «¿Por qué existen tales ideas en mi alma?» Así, la influencia de su ánima cesará y se dará cuenta de que en sí misma es inofensiva.
Me acuerdo de un hombre quien a nivel consciente era muy racional, había sufrido un tremendotrauma en su juventud, en la pubertad. De jovencito había tenido que ver a su madre a quien quería muchísimo, morir lenta y terriblemente de cáncer. De ser vital, rebosante de vida y con un acusado temperamento se tornó silencioso y seco y desarrolló un parecido con su padre —muy racional—, perdiendo toda fe en la vida. De lo que no se daba cuenta, pero que emerge del análisis de sus sueños y visiones, era de que, inconscientemente, había llegado a la conclusión de que no existía un Dios benévolo, si un ser maravilloso como su madre había sido inocentemente conducida hasta la muerte con esa terrible enfermedad, entonces Dios era responsable de ello. No era tan filosóficamente religioso como para llegar a este tipo de reflexión, sin embargo, inconscientemente había llegado a esa conclusión y desde entonces esta idea gobernaba su vida —«Sé que al fin y al cabo el mundo es malo y la vida está llena de maldad»—; conscientemente su actitud era de un escepticismo racional.
La primera aparición del ánima en sus sueños fue con una tremenda vitalidad, con la exuberancia de una antigua Venus. El joven era perturbado por fantasías sexuales de naturaleza normal —una mujer aparecía al lado de su cama excitándolo sensualmente o soñaba con fiestas dionisíacas—. En realidad, se trataba más bien de una persona asceta que no disfrutaba nada de la vida; en una fiesta todo el mundo lo evitaba; poseía sin embargo un ánima con experiencias paganas. Lo empujé a que siguiera a su ánima, diciéndole que si se encontraba con una chica que correspondiera a lo que él quería, debía hacer algo al respecto. Esto funcionó durante un tiempo, pero después ya no surtió efecto. ¿Era un mecanismo neurótico el que se lo impedía o se trataba de otra cosa? Seguí las indicaciones de los sueños, algunas veces recomendándole que le hablara a la chica y otras no.
En una ocasión al final del semestre llegó con el siguiente sueño: Una hermosa mujer desnuda con un maravilloso cuerpo se acercó a su cama excitándolo sexualmente con gestos y movimientos, pero cuando trató de atraparla, desapareció. Después, esta misma bella mujer bajaba unas escaleras llevando, como Moisés, una tabla en la mano en donde aparecían las palabras: «No puedes poseerme». Me sentí tan desalentada y perpleja que le dije: «Sí, así es». Sin embargo, un poco más adelante, por primera vez se dio cuenta de lo que era el ánima. En la siguiente ocasión en que lo vi me dijo: «¡La última vez, usted hizo un milagro! Ahora entiendo lo que es el ánima». Mi reacción fue la de no ser consciente de haber hecho nada, sin embargo él había comprendido la naturaleza paradójica del ánima. También se dio cuenta de que dependía de él tomar la decisión de coger el problema con su entera responsabilidad, y repentinamente comprendió que tenía que hacer algo por sí mismo. Me dijo: «Al diablo con esta ánima y su juego doble, voy a trabajar y voy a pintar».
Todos sus cuadros y visiones interiores mostraban una figura divina, oscura y demoníaca que lo atacaba —el dios oscuro— y cayó en la cuenta de que ésta era la verdadera causa de su depresión. Siempre había querido tenerlo todo, dejándose llevar por esperanzas infantiles de encontrar a la hermosa mujer, después de lo cual de nuevo caía en la resignación. Su depresión era como la de un niño frustrado. Ahora de pronto vio que detrás de esto se encontraba su condicionamiento pesimista, de que no creía en la vida ni en Dios y de que debía realizar su propia imagen de Dios. Su madre, durante su terrible enfermedad, había sido afectada mentalmente y el joven había presenciado su sufrimiento y cómo había sido destruida poco a poco. Había llegado, entonces, a la conclusión inconsciente de que la psique no existía. Todo su condicionamiento moral tenía que rediscutirse ampliamente, había despreciado su ánimay la había convertido en un tipo de mujer muy baja y muy mala, su maldad siendo el componente de maldad causado por el otro bloque, ya que las manifestaciones del ánima son por lo general indiferentes al punto de vista moral. A pesar de que había alcanzado un nivel consciente, su único contacto con ella era muy primitivo, es decir de un grosero ataque sexual, de tipo animal. Detrás de todo esto el joven tenía sentimientos muy humanos pero no había desarrollado ninguna manera de expresarlos. Si amaba a una mujer no sabía todavía de qué manera manifestar sus sentimientos; por consiguiente su ánima estaba embrujada: se encontraba dominado por sus ideas materialistas. Si creemos que el sexo es únicamente una cuestión de hormonas, entonces se convierte en algo mecánico, como conducir un coche, sin darle ninguna importancia a la relación psicológica del sentimiento. Su idea equivocada castigaba a este joven sumiéndolo en una impotencia temporal, su cuerpo diciéndole: «Si te crees que sólo soy un coche, entonces tu coche ya no funciona». Su equivocada actitud consciente había producido impotencia psicogénica. Conscientemente, su actitud era la de que si uno se comporta correctamente tiene derecho a la felicidad humana, pero su madre había sido feliz y era una persona correcta y, sin embargo, había sido destruida de una manera sádica. Ésta era la forma en que él sentía la enfermedad y la muerte de su madre. Sin embargo, conscientemente todavía pensaba que Dios era bueno y que la vida le debía felicidad. No pudiendo entender por qué no obtenía lo que deseaba llegó a la conclusión de que las cosas eran diferentes para él. Él era el que no tenía nada y había decidido sobrellevar esto, renunciando a intentar obtener algo de la vida; la tapa de plomo de la resignación cayó sobre él y junto con ella una tremenda amargura, suprimiendo su legítimo derecho a los sentimientos. Nunca se había enfrentado con lo que realmente pensaba. No era un tipo esencialmente pensador y se había resignado a la idea de que así era la vida, sin indagar más. Hasta se sentía culpable, creyendo que debía ser una persona muy desagradable puesto que su destino era tan malo. De esta manera había llegado a la conclusión de que Dios tenía un lado oscuro.
Debemos considerar el efecto que tendría en nosotros el aceptar el hecho de que Dios no es el amistoso guardián de un jardín de infancia. Aun el dogma cristiano nos dice que Dios posee un lado incomprehensible y si tomamos esto en cuenta, entonces podemos abandonar la idea de que la felicidad es consecuencia del comportamiento correcto. Al liberarse de su mecanismo infantil este joven se volvió, conscientemente, más grave y más triste al mismo tiempo, pero menos amargado y melancólico. A través de la comprehensión de la imagen oscura, adquirió sabiduría. Hasta entonces había sido muy crítico sobre las reacciones humanas, pero llegar a la comprensión del lado oscuro de Dios y de la precaria situación del hombre en la vida, se volvió más tolerante y comprensivo teniendo una idea nítida de que somos seres insignificantes luchando con un destino difícil, desde el principio hasta el final, del cual no sabemos nada. A partir de ese momento, comenzó a aceptar las pequeñas alegrías de la vida, las cuales podemos disfrutar mucho más si sabemos que la vida es difícil y oscura; adquirió también un cierto sentido del humor que antes no poseía.
En su caso podríamos haber dicho: «El temor de Dios es el principio de la sabiduría». Su sueño le dijo algo similar porque entonces pudo ver algo de la belleza de la vida y su significado, de una manera mucho más humilde puesto que había perdido su ambición y la idea de que se le debía algo. Una de las figuras de su sombra era un gángster y si creemos que todo en la vida es negativo, entonces la idea de lavida que tiene un gángster ¿es la apropiada? A pesar de que conscientemente era muy correcto siempre soñaba con su sombragángster pues si la vida era tan corrompida, entonces a uno no le quedaba más remedio que tomar una pistola y disparar. También tenía otra sombra que era un hombre muy sensual que sólo vivía para comer y beber. Le gustaba hacerse de este tipo de amistades en la vida exterior. Tenía un amigo que era un gran bebedor y un comilón que tenía su mismo punto de vista. Todos sus complejos inconscientes estaban influidos por la imagen provocada por el trauma que había recibido, y que consecuentemente produjeron las imágenes del gángster y del bebedor materialista, como también su actitud resentida hacia los lisiados, puesto que proyectaba en otros la invalidez de su propia alma.
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