Supervisión en grupo – Juan Carlos Alonso

Juan Carlos Alonso es Psicólogo (Universidad Nacional, Bogotá) y Analista Junguiano de la IAAP (International Association for Analytical Psychology). Magister en Estudios Políticos (Universidad Javeriana). Miembro Fundador de la Sociedad Colombiana de Analistas Junguianos (SCAJ). Miembro Fundador y Director de ADEPAC (Asociación de Psicología Analítica en Colombia). Atiende consulta particular como psicoterapeuta y analista junguiano especializado en adultos. Correo:adejungcol@yahoo.com.

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¿Para qué se supervisa en grupo?

Me voy a centrar en el tema de los objetivos de la supervisión en grupo. O sea, en la pregunta de ¿para qué se supervisa en grupo?

Ya se sabe que el objetivo general de la supervisión en un programa de formación de analistas junguianos es llenar los vacíos que queden en la teoría aprendida, ayudando a comprender mejor la práctica clínica, al compartir la experiencia de un candidato (o supervisando) con un colega de amplia trayectoria clínica. Esta es la única manera de aprender a combinar la teoría con la práctica del análisis junguiano.

Además de ese objetivo general, la supervisión cumple con tres objetivos específicos (Bernard & Goodyear, 1998):

  1. Hacer un seguimiento de los progresos del candidato en el trabajo con los pacientes.
  2. Entender lo que sucede entre el candidato y su paciente, comprensión que conducirá, a su vez, a que este desarrolle un comportamiento terapéutico adecuado.
  3. Realizar una evaluación del desempeño del candidato, con miras a mejorar su trabajo, monitoreando la calidad de la prestación del servicio que este ofrece a los pacientes.

Estos objetivos se logran tanto a través de la supervisión individual como de la grupal, así que, para diferenciarlas, es pertinente analizar las ventajas y desventajas de cada modalidad:

  • La supervisión individual tiene como principal fortaleza la intensidad y profundidad que da el contacto personal, ya que la discusión del caso se realiza de una manera íntima, cara a cara entre supervisor y candidato. Sin embargo, esa misma intimidad implica una relación cerrada que no puede ser abierta a observaciones y aportes de terceras personas (Reggiori, 1995).
  • La supervisión grupal por su lado tiene como principal ventaja la variedad de miradas, no sólo del supervisor, sino de otros candidatos invitados, ya que la discusión del caso se realiza de manera colectiva. Aunque esta modalidad ofrece una experiencia más amplia, se dice que suele ser menos profunda e intensa que la individual.

Ahora, centrándome en la supervisión grupal ¿Cuál es su objetivo principal? Existen unas metas generales que son las mismas que en la supervisión individual:

  • Una, es comprender cuál es la problemática del paciente cuyo caso está presentando el candidato.
  • Otra, es entender lo mejor posible cómo se desarrolla la interacción entre el candidato y el paciente.

La diferencia con la supervisión individual es que esa comprensión del paciente y de la relación terapéutica va a estar enriquecida con las observaciones y aportes tanto del supervisor como de los otros candidatos, lo cual puede terminar en la conformación de una red de conexiones y de percepciones, aportes, ideas y sugerencias, con los que la imagen resultante de la relación paciente – terapeuta será mucho más profunda precisamente por la experiencia de los demás.

Se dice que el seminario de supervisión es el único espacio en el que un terapeuta puede realmente interactuar con colegas y obtener retroalimentación sobre el efecto de los esfuerzos que está haciendo con su paciente. Posteriormente, es muy probable que nunca lo vaya a poder volver a experimentar. Además, su efecto es enriquecedor no sólo para el candidato que presenta sino también para los candidatos que lo acompañan, pues es muy gratificante, por ejemplo, cuando un candidato participante se da cuenta de que, a través de su aporte, un colega pudo ampliar y profundizar su práctica terapéutica con un paciente.

Dice Kalsched que el seminario de casos es el lugar ideal para aprender el arte y la ciencia de la psicoterapia. Y añade que una experiencia de entrenamiento grupal como esta puede ser verdaderamente inspiradora, que va a permitir a los candidatos de entrenamiento tener una mayor apertura al misterio de su propio trabajo y de su propio inconsciente.

No obstante, no puede afirmarse que este autor idealiza la supervisión, pues afirma que como cualquier actividad grupal de este tipo puede ser a la vez uno de los entornos de aprendizaje más peligrosos y potencialmente destructivos, por los conflictos que pueden surgir en ese espacio (Kalsched, 1995). Algunos de los motivos de conflicto pueden ser:

  1. A pesar de que la retroalimentación constructiva es fundamental para el crecimiento profesional, los candidatos pueden recibir comentarios críticos o desafiantes sobre su trabajo clínico, lo que puede resultar difícil de manejar emocionalmente.
  2. En algunos casos, los candidatos pueden sentirse en competencia unos con otros en lugar de colaborar de manera constructiva, lo cual puede dificultar la dinámica del grupo y obstaculizar la apertura y la honestidad en la supervisión.
  3. En un grupo de supervisión de estos, los participantes pueden experimentar transferencias hacia el líder de supervisión o entre ellos mismos, lo que puede complicar la dinámica del grupo y la comprensión del caso clínico.

Para evitar ese lado oscuro de las dinámicas de grupo, el supervisor debe cultivar un entorno de apoyo mutuo y abierto, libre de jerarquías, evaluaciones y juicios y proporcionar un ambiente «suficientemente seguro», que permita una investigación sobre la comunicación inconsciente del paciente y el candidato.

Por ese motivo, en estos seminarios es necesario por supuesto que exista un líder moderador, cuyo papel principal será fomentar una atmósfera de exploración abierta, ofreciendo espacio a la intuición y a la especulación de hipótesis. Este líder debe lograr que el seminario sea un ambiente no jerárquico, no juzgador, abierto y de apoyo mutuo. Así mismo, debe evitar desviar el análisis hacia aspectos personales de los miembros del grupo.

¿Cómo debe proceder el supervisor en un seminario de caso? Puede tener diferentes estilos:

  • Desde mostrar un estilo bastante activo con una actitud directiva de enseñanza.
  • O puede tener un estilo de bajo protagonismo y desempeñar un rol más bien de facilitador.
  • O puede manifestar uno u otro estilo, dependiendo de las circunstancias, que sería lo más adecuando.

Un último tema importante que he descubierto es si la supervisión se debe realizar:

  • Cada sesión sobre un caso diferente que presenten los diferentes candidatos, lo que puede dificultar una exploración completa y profunda sobre lo que acontece a cada paciente y sobre las características de cada interacción entre candidato y paciente.
  • O trabajar varias sesiones sobre un solo caso presentado por un mismo candidato, que ilustre las diferentes situaciones que va enfrentando según las novedades del paciente y las reacciones del candidato. Brookes, una de las autoras del libro de Kugler, menciona que los casos se deben seguir longitudinalmente durante largos períodos de tiempo, para descubrir las diversas fases del proceso analítico, lo que permite a la vez a los candidatos ubicar la dinámica de la psique en el contexto de la vida de un paciente. Cuando se sigue el material del caso a lo largo del tiempo, los candidatos pueden comenzar a percibir las transformaciones de identidad que se producen en el análisis a largo plazo. Eso, que sería lo ideal, es difícil principalmente porque se centraría en el trabajo de un solo candidato o de pocos candidatos (Brookes, 1995). Encontrar una solución satisfactoria a este aspecto es el gran reto.

En síntesis, a pesar de los desafíos que pueden surgir en este entorno, es necesario que el líder moderador se muestre innovador en el seguimiento de casos individuales a lo largo del tiempo, y desarrolle un ambiente de apoyo para aprovechar al máximo esta experiencia de aprendizaje.

Y la respuesta a la pregunta de «¿Para qué se supervisa en grupo?» se resume en una afirmación firme: se supervisa en grupo porque esta experiencia enriquece a los candidatos con una mirada más variada, complementando la supervisión individual, y los prepara mejor para ser terapeutas competentes y sensibles a las complejidades del mundo psíquico de sus pacientes.

Referencias

Bernard, J.M. y Goodyear, R.K. (1998). Fundamentals of Clinical Supervision. Boston: Allyn & Bacon.

Brookes C. E. (1995). “On Supervision in Jungian Continuous Case Seminars”. En Kugler, P. (Ed.). Jungian Perspectives on Clinical Supervision. Einsiedeln: Daimon, pp. 135-145.

Kalsched, D. (1995). “Ecstasies and Agonies of Case Seminar Supervision”.  En Kugler, P. (Ed.). Jungian Perspectives on Clinical Supervision. Einsiedeln: Daimon, pp. 119-134.

Reggiori, J. (1995). “Some Thoughts on the Clinical Process”. En Kugler, P. (Ed.). Jungian Perspectives on Clinical Supervision. Einsiedeln: Daimon, pp. 146-163.

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