Trabajar con los sueños
“TRABAJAR LOS SUEÑOS“
Ira Progoff
Ira Progoff nació en 1921. Doctor en psicología en el New School of Social Research en Nueva York, publicó en 1953 su libro traducido al castellano La Psicología de Jung y su significado social, revisado directamente por Jung. Sus elaboraciones posteriores lo llevaron a la propuesta de su psicología holística, la cual presenta en su obra Psicología Profunda y el hombre moderno. Posteriormente desarrolló investigaciones que terminaron en la propuesta de su método del Intensive Journal. Murió en 1998. El documento que presentamos es la traducción del capítulo 16 de la obra de este autor At a Journal Workshop, 1984, “Trabajar nuestros sueños”.
El trabajo con los ejercicios en la Dimensión de Diálogo nos lleva hacia la Dimensión de Profundidad, porque indica que los aspectos personales de nuestras vidas conducen más allá de ellos mismos y tienen implicaciones de significado transpersonal para nuestra existencia, mirada como un todo. Comenzamos dirigiendo nuestra atención a la superficie de nuestras vidas donde nuestros problemas y circunstancias inmediatos se hacen visibles. Progresivamente descubrimos que hay niveles de experiencia bajo la superficie, debajo de nuestra consciencia, y caemos en la cuenta de que estos pueden ser la clave tanto para resolver los problemas como para descubrir las potencialidades de nuestra vida. Entonces enderezamos nuestra atención, llevándola de la superficie hacia un trabajo en niveles más profundos que la consciencia. Queremos pasar del nivel puramente personal al nivel de experiencia más profundo que el personal.
Un primer paso en esta dirección es trabajar con nuestros sueños. Los sueños son los reflectores desinhibidos que expresan los diversos niveles del movimiento de la psique individual. Los sueños expresan las circunstancias exteriores de la vida de la persona, sus problemas y temores actuales, y también las esperanzas y las metas que conforman sus planes. Pero los sueños reflejan, además, los objetivos ultraconscientes que tratan de desarrollarse en la vida de una persona. Estos objetivos pueden ser propósitos de largo plazo que fijan directivas fundamentales para la vida y que, a pesar de todo, no son conocidos conscientemente por el individuo mismo.
Los sueños de esta clase son portadores de las semillas que generan la manera de ser de las personas. Cumplen un papel importantísimo porque, al llevar dichas semillas, ellos ponen a las personas en relación con las circunstancias actuales en que viven. Algunas veces también hay moldes y objetivos que determinan la vida de una persona y de los cuales ella no es consciente, pero que resultan nocivos para otras metas de su vida. Los sueños sacan esos elementos dañinos a la superficie. Además los sueños reflejan las tensiones y las ansiedades que no pueden faltar en la vida de una persona como resultado del conflicto entre los deseos inmediatos y los requerimientos de las metas de largo plazo de su vida. El individuo no es consciente de muchos de estos conflictos, pero los sueños los expresan y los conducen a su resolución. Mientras se resuelven las dificultades en lo tocante a los contenidos personales de la vida, el movimiento onírico crea también en la persona la consciencia de los potenciales de su vida que están en germen y le brinda las primicias del contenido transpersonal que da sentido a la existencia humana. Es así como el proceso de los sueños media activamente entre lo personal y lo transpersonal, conduciendo a la persona a sucesivos niveles de experiencia profunda mientras ella trabaja en las circunstancias actuales de su vida.
¿Cómo trabajar los sueños?
En el cuaderno de trabajo del Diario Intensivo tenemos dos secciones separadas para trabajar sueños, el Registro de Sueños y la Expansión de Sueños. El primero es la sección en la que recogemos los datos fácticos básicos de los sueños; el segundo es la sección en la que usamos los procedimientos de realimentación para trabajar activamente y no analíticamente con el material onírico para ver hacia dónde se dirigen los sueños y cuál puede ser su mensaje.
En el Registro de Sueños escribimos todos los sueños que podamos recordar con toda la neutralidad y tan objetivamente como podamos. Registramos pequeños fragmentos de sueños cuando eso es todo lo que recordamos. Con frecuencia encontramos que cuando registramos solo un fragmento de un sueño, tal vez “la cola” de uno, ya que es la única parte que se nos quedó cuando nos despertamos, la acción de escribir lo poco que recordamos sirve para sacar el resto del sueño hasta nuestra consciencia. Agarramos al sueño por su “cola” y así lo recuperamos en nuestra consciencia. Mucha gente que cree que no recuerda los sueños descubrirá que una gran parte de sus sueños volverá a ellos si adoptan la práctica de escribirlos al despertar, así sea sólo pequeños fragmentos del sueño que tuvieron. Eso requiere una práctica regular y un sitio definido en donde pueda escribirlos. Ese es el destino del Registro de Sueños.
En el Registro de Sueños no se interpretan los sueños. Como sección de registro que es, no debe contener sino un recuento de los hechos básicos del sueño. Se describe todo lo que sea relevante, no para entender el sueño ya que esto es un problema complicado, sino que se escribe todo lo necesario para poder recordar lo que sucedió en el sueño cuando uno lo lea más tarde. Estamos coleccionando los datos de nuestro sueño. Más tarde, gracias a nuestros apuntes en el Registro de Sueños, podremos volver a recorrer el movimiento de los varios procesos que tienen lugar en nuestras mentes a través de la continuidad de nuestros sueños. Con esos datos podremos colocarnos de nuevo en el flujo de nuestra vida de sueño y lograremos reconectarnos con nuestros sueños de tal forma que podremos ir a donde ellos quieren llevarnos.
Para hacer posible dicho proceso es esencial que practiquemos durante un tiempo suficiente el consignar nuestros sueños en el Registro de Sueños. Debemos registrarlos sencillamente así como los observamos y como los experimentamos. Si hacemos juicios sobre ellos mientras los escribimos y, sobre todo, si decidimos ahorrar tiempo eliminando los sueños “sin importancia”, con toda probabilidad perderemos sueños que más tarde caeremos en cuenta de que eran muy significativos. Es importante ser simples reporteros de nosotros mismos, contando los elementos de nuestros sueños en nuestro Registro de Sueños.
La razón por la que guardamos un Registro de Sueños distinto del más general Registro Diario es para que podamos construir un registro continuo de nuestros sueños en la integridad de su movimiento. En el Registro Diario en el que estamos registrando los sucesos interiores de nuestra vida, también es útil registrar nuestros sueños. Pero allí es suficiente hacer una breve nota sobre el sueño, lo suficiente para identificarlo y hacer una referencia al Registro de Sueños donde lo contamos en todos sus detalles.
En el Registro de Sueños no tenemos sino sueños. Escribimos la fecha, cualquier material de contexto que sea necesario, y luego describimos los detalles del sueño tal como lo experimentamos. Solo describimos el sueño, sin interpretaciones, sin análisis, sin sentimientos o pensamientos acerca del sueño que vamos a contar. Si mantenemos nuestro Registro de Sueños libre de todo lo que sea el material de los mismos sueños, acumulamos un cuadro conmovedor de la continuidad de nuestra vida de sueños. Cuando la releemos, no hay interferencias de teorías o interpretaciones o reacciones a los sueños. Solo están los sueños mismos así como pudimos recodarlos después de que empezamos nuestro registro. Al releerlos después de que haya pasado un cierto tiempo podemos sentir la unidad del movimiento del proceso de los sueños trabajando dentro de nosotros. Entonces vemos la dirección, no solamente de nuestros sueños individuales, sino del desarrollo del proceso onírico como un todo.
En el momento en que releemos la continuidad de los sueños que hemos coleccionado en nuestro Registro de Sueños, se posibilita un paso más que extiende nuestra experiencia. El objetivo de realimentarnos esos sueños en su movimiento consecutivo no es que podamos interpretar su movimiento, ni “entenderlos”, ni analizar su “modelo”. Nuestro objetivo es más bien retornar al movimiento de nuestro proceso onírico como un todo, de forma tal que el proceso pueda extenderse ahora libremente.
Llegados a este punto, ¿hacia dónde quieren nuestros sueños que sigamos? ¿Qué más nos tienen reservado? En la sección de Expansión de Sueños hacemos que nuestros sueños nos entreguen el mensaje que nos traen.
Para comenzar a trabajar los sueños en el cuaderno del Diario Intensivo es bueno ponerse al día, lo mejor que uno pueda, con los sueños más grandes del pasado. Si uno no ha registrado sus sueños nunca, conviene comenzar por describir los sueños más antiguos que uno recuerde. Tal vez hay algunos sueños de los años de la niñez que se grabaron en nuestro recuerdo. Pueden ser sueños agradables, o dolorosos, que uno experimentó como pesadillas; o, como sucede a veces, pueden ser sueños que uno recuerda porque están conectados con un suceso dramático o traumático de la vida, como la muerte de un ser querido o la ruptura de una relación. Algunas veces este tipo de sueños tienen un contenido clarividente o telepático, pero hacen parte de nuestro proceso de sueños y deben ser consignados en el Registro de Sueños. Esos, como todos los sueños que tenemos en nuestro Registro de Sueños, deben ser descritos con toda la objetividad posible. Estamos solamente reportando lo que recordamos de la experiencia que tuvimos durante el sueño. Sin análisis, sin interpretación, sin elaboración de nuestros sentimientos.
Cuando hayamos registrado los sueños de nuestro pasado lejano, venimos al período intermedio entre el pasado y nuestro presente durante el cual pueden haber ocurrido muchos sueños relativos a la fase cambiante de nuestra vida. Démonos el tiempo para recordar esos sueños. Puede que no vengan todos a nuestra mente ya mismo, sino uno por uno, y aun como fragmentos. Es bueno dejar, entonces, un espacio en el Registro de Sueños para poder insertar estos sueños del pasado, de cuando en cuando, apenas los recordamos. Se encuentra que cuando uno vuelve su atención hacia los sueños ellos se apresuran a volver a la memoria. Pero hay que anotar que si uno trata de recordar más y más, el hecho de esforzarse impide el recuerdo. Por tanto, después del recuerdo inicial, relájese y no siga haciendo esfuerzo por recordarlos. Haga otras cosas, pero con el propósito de que apenas recuerde un sueño del pasado, lo incluye en su Registro de Sueños.
Hay muchos de nosotros que hemos registrado sueños esporádicamente en diferentes situaciones y contextos. Puede haber sido cuando llevábamos un diario personal o cuando escribíamos nuestras experiencias durante un período difícil. O como parte de un tratamiento psicoterapéutico con alguna de las técnicas analíticas. Sea lo que fuere, el que tenga un registro de ese tipo de una época pasada de su vida, tiene una buena forma de comenzar repasando sus notas y releyendo sus sueños. Puede incluirlos en el Registro de Sueños del cuaderno de trabajo del Diario Intensivo. Si uno ha recolectado muchos sueños en el pasado puede escoger solamente aquellos que le producen un impacto especial al releerlos hoy. Si uno copia en su Registro de Sueños solo una selección de los sueños del pasado es como si ahora confiara en su sola memoria sin hacer referencia a un diario anterior. Porque la memoria es en cierta manera un factor selectivo espontáneo de nuestro pasado y en ese sentido tiene un gran valor.
Después de que uno ha registrado los principales sueños de antaño y también una porción general del pasado inmediato, se concentra en los sueños recientes. Puede que recuerde vivamente un sueño de hace algunas semanas o meses. Regístrelo. Cuando uno describe los sueños que llegan con facilidad a la memoria suele suceder que otros que estaban parcialmente olvidados también retornan. Descríbalos así como llegan, aunque sea solamente un fragmento muy pequeño. Mientras escribe recordará más. Cuando uno encuentra difícil recordar el contenido de un sueño, muchas veces ayuda centrar la atención a los elementos de movimiento en el sueño. ¿Qué cambios de escenario y de acción hubo en el sueño? ¿Qué cambios en la trama o en el montaje? ¿Cambiaron los temas, o qué variaciones hubo entre los participantes en el sueño? ¿Hubo cambios en la atmósfera o en el tono del sueño? Aunque uno no recuerde los contenidos específicos del sueño, preguntarse acerca de los elementos de movimiento dentro de él servirá, en muchos casos, para reconectarse con la tendencia del sueño. Eso lo pone a uno en contacto con lo que es importante en el sueño, porque su movimiento interior es la esencia del proceso de soñar.
Piense ahora en sus sueños más recientes, sueños de las últimas noches, sueño de anoche. Descríbalo en el Registro de Sueños tan completo como pueda. Así, ya ha puesto al día el registro de sus sueños de forma de poder trabajar activamente con ellos según el proceso de Realimentación del Diario.
El primer paso para trabajar con nuestros sueños es negativo. Nos abstenemos deliberadamente de analizarlos. Nos abstenemos de interpretar su contenido simbólico sin importar la profundidad de las intuiciones que creamos tener al respecto. No hacemos ninguna interpretación desde el punto de vista de ninguna teoría especial, ni de Freud, ni de Jung, ni de Adler, ni de ningún otro, ni de ninguna combinación ecléctica. No hacemos nada que pueda en ninguna manera “volver razonable” al sueño o su simbolismo. Hacerlo sería, en primer lugar, buscar el efecto racionalizador del material simbólico y en esa forma atropellaríamos el hecho de que el símbolo es por su misma naturaleza no racional.
Una consecuencia mucho más seria, sin embargo, es el hecho de que intelectualizar el material onírico mediante la interpretación, tiene el efecto de sacarlo del flujo profundo de la psique que es su nicho natural. En esta forma lo removemos del entorno en el que se formó y del que depende su desarrollo continuado. Interpretar un sueño en términos analíticos tiene el efecto de neutralizar su poder, porque lo priva de su capacidad para continuar su movimiento y desarrollar su simbolismo en sus propios términos. Por esta razón, el primer paso que damos es abstenernos de interpretar nuestros sueños. Los dejamos en el nivel profundo en el que ellos pueden continuar por sí mismos y así expandir su vida.
El segundo paso, después de haber registrado nuestros sueños en el Registro de Sueños, es volver al lugar en que ocurrió nuestra experiencia de soñar, de tal forma que podamos volver a entrar en nuestros sueños y dejar que continúen. Todos nuestros sueños son parte de un flujo continuo de imágenes que está siempre presente en el nivel profundo de la psique. Cada sueño es un fragmento de ese enorme y continuo movimiento. Es un baldado de agua que nos envían desde la corriente subterránea de imaginación que corre en nuestro interior. Por tanto, para extender el movimiento de nuestros sueños no es necesario que volvamos a dormirnos como cuando ocurrieron los sueños, sino sólo que nos traslademos al flujo de imaginación que se está moviendo más allá de nuestras mentes conscientes. De ese flujo fueron extraídos nuestros sueños.
Para el siguiente paso en nuestro trabajo, comenzamos sentándonos en paz. Nuestro Diario está frente a nosotros, abierto en el Registro de Sueños. Cerramos los ojos. En el silencio mandamos nuestra mente hacia el movimiento de nuestros sueños. Lo hacemos en una forma espontánea, no dirigida, sin especificar de antemano a qué sueño le vamos a poner cuidado. En vez de eso, dejamos que nuestra mente recorra el ámbito del sueño en su conjunto. Queremos ver cuáles de nuestros sueños van a venir por sí mismos cuando nos relajamos completamente y dejamos que nuestra mente vague por la generalidad de nuestros sueños.
Puede que aparezcan un sueño o unos sueños de nuestros primeros años. O puede que vengan sueños del pasado reciente, o un sueño actual. De cualquier período que vengan, les ponemos cuidado y nos dedicamos a sentirlos de nuevo. No los interpretamos, ni pensamos ahora cuál pudo haber sido su “significado”. Pero los sentimos de nuevo. Nos abrimos a experimentar la calidad y el tono de los sueños, pero sin restringirnos en cuanto al tipo de sentimientos que nos vengan ahora. No nos limitamos a los sentimientos que tuvimos cuando el sueño ocurrió por primera vez.
En esta libertad emotiva, dejamos que se restablezca la atmósfera de los sueños una vez más. Y cuando esto ocurre, nos mantenemos abiertos deliberadamente a lo que podamos ver sin predeterminarlo, donde la atmósfera del sueño nos arrastre con mayor fuerza. No resistimos sino que seguimos ese imán interior del sueño que nos lleva a sí. De esta forma nos guardamos de dejar que nuestros prejuicios y opiniones obstaculicen el proceso profundo que se está desarrollando en nosotros.
Nos mantenemos en la quietud, dejando que un grupo de sueños escogidos de forma espontánea desfilen por nuestra mente. Dejamos que nuestros sentimientos se muevan libremente con respecto a esos sueños. Sentimos la atmósfera de los sueños, y nos abrimos a ellos para que puedan guiarnos a cualquier atmósfera onírica que ejerza el mayor magnetismo sobre nosotros en ese momento específico. Así sobrevolamos cualquier prejuicio analítico o intelectual que hayamos podido tener acerca de cuál de nuestros sueños es más importante para nosotros. No dejamos que nuestras opiniones interfieran, sino que dejamos que el proceso mismo del sueño que está trabajando dentro de nosotros nos lleve a los sueños que son importantes para nosotros en este momento.
Cuando nos sentimos trasladados a esa atmósfera de un sueño particular, sea del período que sea, abrimos los ojos y volvemos al Registro de Sueños. Si ese sueño ya está registrado, releemos unos cuantos sueños de los inmediatamente anteriores. Releemos el sueño en cuestión y seguimos leyendo algunos de los que le siguen en el Registro de Sueños. El objetivo de este procedimiento es poder experimentar el contexto de la serie de sueños, cuyo centro es el sueño que nos llevó a esa atmósfera. El que los sueños estén en serie es el factor clave en el surgimiento del impulso que nos permite hacer avanzar el proceso.
Si el sueño que nos condujo a su atmósfera no está registrado en nuestro Registro de Sueños, lo describimos ahora. El hecho de que se hubiera aparecido en nuestra memoria es señal de que tiene algo significativo para contribuir a nuestras vidas y que vale la pena gastarle un poco de tiempo. Cuando describimos el sueño, debemos tratar de recordar algunos sueños adicionales de ese período, tanto de los que precedieron como de los que siguieron inmediatamente al sueño en cuestión. De esa manera podemos colocarlo directamente dentro de una serie. Sea que podamos recordar sueños adicionales o no, es bueno insertar el sueño que estamos recordando ahora en su punto cronológico adecuado en el Registro de Sueños. Así mantenemos la continuidad del movimiento de nuestros sueños y podemos trabajar con la serie de los mismos.
Ahora estamos listos para continuar con nuestro trabajo con los sueños. Sentados en silencio y en paz, buscamos en nuestro Registro de Sueños el sueño que nos condujo a su atmósfera. Retrocedemos unos pocos sueños antes de ese y empezamos a leer lo que hemos escrito. Los leemos no para entenderlos sino para lograr entrar en ellos. Queremos entrar en el movimiento de nuestros sueños, como desearíamos estar dentro de un tren que va en la dirección a la que vamos. El tren nos llevará consigo al próximo lugar donde vamos a estar en nuestras vidas. Lo mismo sucede con el movimiento de nuestros sueños.
Hay una diferencia importante que surge al comparar el movimiento de nuestros sueños y el viaje en tren. Podemos saber de antemano a donde se dirige un tren, y podemos también decidir con anticipación si ese es el sitio a donde queremos ir. En cambio el proceso de nuestro soñar no tiene impreso un letrero de “destino” al frente y nuestros sueños no tienen un conductor que anuncie con anticipación la estación a la que estamos llegando.
Nunca sabemos hacia dónde van nuestros sueños. Muchos de ellos nos llevan a sitios sumamente desagradables y muy asustadores. Cuando tenemos estas pesadillas ni quisiéramos para nada ir en ese tren. Pero ese es el tiempo en el cual se vuelve más importante la comparación entre el tren y el proceso de nuestros sueños. La pesadilla que nos perturba es uno de los lugares a lo largo de la ruta. Es un túnel por el que tenemos que pasar en nuestro camino, pero no es necesario quedarse allí. Por eso, cuando atenemos sueños difíciles o dolorosos, es importante registrarlos en nuestro Registro de Sueños. Por tanto, los añadimos a la continuidad de nuestro soñar y así posibilitamos que nuestro proceso onírico avance más allá de ellos atravesándolos.
De esta manera podemos descubrir el destino de nuestros sueños y podemos reconocer que nuestro destino a menudo contiene la meta y el significado de nuestra vida como un todo que se desenvuelve.
En esto consiste el gran experimento y la gran maravilla de trabajar con nuestros sueños. No sabemos de antemano a dónde nos llevan, así como tampoco sabemos de antemano el último acontecimiento de nuestras vidas. Por consiguiente, siempre es un proceso de descubrimiento. Lo que sí sabemos por cierto es que nuestro proceso onírico brota del potencial semilla de nuestra vida y que la dirección hacia donde va ya está contenida en esa semilla como el fruto está presente en la semilla del árbol. El proceso de nuestro soñar se mueve hacia el cumplimiento de esos potenciales. Esa es su dirección general. Pero la forma en que llegará, el sitio preciso donde están colocadas esas metas si de verdad están colocadas en algún sitio específico. y las dificultades que encontraremos en el camino para descubrir cuál es esa meta de nuestra vida no pueden ser conocidas por nosotros de antemano. Terminar por descubrir cuál es la meta de nuestra vida es la gran experiencia de cada existencia individual. Encontrarla es la aventura de nuestras vidas. Esta es la aventura, el viaje, que cuentan, de muy diversas maneras, las leyendas, los cuentos de hadas y los mitos del héroe. Cada uno de nosotros lo experimenta y lo vive a su manera, conducido y sostenido por el proceso simbólico que se mueve en el fondo de nosotros y cuyo principal vehículo es nuestro soñar.
El movimiento y el desarrollo de este proceso simbólico es el principio esencial que nosotros seguimos cuando trabajamos nuestros sueños. Especialmente cuando experimentemos las pesadillas de ansiedad y de malestar interior, tenemos que caer en la cuenta de que son parte del desarrollo del proceso que subyace a nuestro soñar. El factor central es la continuidad de nuestros sueños y tenemos que evitar el romper esa continuidad. Esa es una de las razones por las cuales no hacemos interpretaciones analíticas de nuestros sueños. Analizar detiene el movimiento del proceso y nos convierte en extraños que observan una actividad en lugar de ser participantes metidos en el medio de ella.
Cuando detenemos el movimiento del proceso de nuestros sueños con el análisis, lo sacamos de sus rieles y lo apartamos de su meta. Con lo cual nos impedimos descubrir a dónde se dirige el tren de nuestros sueños. Es esencial que mantengamos el movimiento, a pesar de los valles y las curvas peligrosas por donde que tiene que pasar. También es importante que el movimiento exprese el proceso onírico integral propio de cada persona, sin introducirle las teorías o las sugerencias de otros para “ayudar” al proceso.
Por este motivo, cuando trabajamos con nuestro Registro de Sueños comenzamos leyendo una serie de sueños. Un solo sueño aislado puede ser muy interesante y dramático, pero también es muy susceptible de ofrecer significados e interpretaciones externos. Una serie de sueños, en cambio, es un segmento del proceso, lo suficientemente grande para contener el impulso interior de dicho proceso. Entonces, nos sentamos en silencio y nos leemos una serie de sueños, enfocándonos en aquel que nos llevó a su atmósfera.
Ahora leemos la serie de sueños, sintiendo su movimiento interior. Nos damos cuenta de los contenidos de los sueños a medida que los leemos, pero no pensamos en ese contenido. No interpretamos el contenido, ni tratamos de buscar su significado. Simplemente leemos la serie de sueños y nos volvemos parte de su movimiento. Sentimos que nosotros mismos estamos dentro de ellos. Estamos dentro de los sueños, y los sueños están dentro de nosotros, tal como los experimentamos cuando se produjeron. Nos dejamos arrastrar dentro de su atmósfera. Estamos contenidos en la atmósfera del movimiento de los sueños en la serie. Gradualmente el movimiento de la serie como un todo domina y la separación de los sueños individuales se hace borrosa. Leemos la serie dos y tres veces. Una técnica que podemos usar en este momento para ayudarnos en el trabajo de realimentación es leer la serie de los sueños en una grabadora. Entonces podemos reproducir la grabación como medio de situarnos dentro de la atmósfera del flujo de los sueños.
Entonces, en nuestro solitario trabajo leemos la serie de los sueños hasta que nos sintamos dentro de su movimiento. Es una corriente que nos arrastra consigo. Tenemos los ojos cerrados. No estamos dormidos, pero tampoco estamos completamente despiertos. Nos encontramos en estado de Ensoñación Crepuscular.
Ahora, sobre la pantalla del ojo de nuestra mente, los sueños continúan por su cuenta. Algunas de las escenas de los sueños pueden volver a aparecer, pero no necesariamente las escenas ni los contenidos como sucedieron la primera vez. No estamos continuando nuestros sueños específicos, sino el proceso interno del soñar como un todo. Estamos dejando que los sueños se muevan libremente fuera de su contexto de tal forma que puedan alcanzar y reflejar toda la amplitud de sus posibilidades.
Ahora las imágenes y los sentimientos continúan para nosotros tal como si estuviéramos dormidos. Dejamos que el movimiento de nuestra Ensoñación Crepuscular se mueva por sí mismo. No lo inducimos. No lo conducimos. No lo guiamos. No lo controlamos. Lo animamos a moverse por sí mismo y a su manera hacia donde desee ir. Internamente lo seguimos. Con nuestras emociones y nuestra participación interior vamos libremente detrás de él. Dejamos que nuestra Ensoñación Crepuscular avance tan intensamente como quiera y por el tiempo que quiera. La contemplamos, la acompañamos, y la dejamos que nos lleve como en un vehículo autoconducido por su propio guía interior.
Mientras dura nuestra Ensoñación Crepuscular es muchas veces útil expresar en voz alta lo que estamos experimentando. Aunque estemos solos, haciendo nuestra Ensoñación Crepuscular en privado, conviene contar nuestra experiencia en voz alta. Aunque nadie nos oiga, vocalizarla de manera audible parece que nos la hace más tangible de manera que no se nos pierde por su fragilidad sino que podemos capturarla y registrarla. Una vez que la hayamos descrito estaremos más en capacidad de trabajar con ella en alguno de los procedimientos de Realimentación del Diario.
Esta es la razón principal por la cual en nuestros talleres de diario, después de que nos hemos leído a nosotros mismos una serie de sueños y los estamos expandiendo mediante la Ensoñación Crepuscular, nos damos un tiempo para leer en voz alta dentro del grupo las experiencias que hemos tenido. Normalmente nadie responde a lo que decimos, ni se hacen comentarios. Pero el expresar nuestra experiencia de Ensoñación Crepuscular en alta voz parece que ayuda para avanzar en nuestro proceso. Cada experiencia dicha en voz alta contribuye también a la atmósfera del grupo fortaleciendo y reforzando en cada uno el contacto con el nivel onírico.
Después de un ratico es ya tiempo de registrar nuestras experiencias. No las describimos en el Registro de Sueños, porque éste está reservado para registrar sueños tal como los experimentamos. En él guardamos nuestros sueños en su pureza, sin adornos, sin interpretaciones, de tal manera que cuando más tarde los releamos, podamos tener un fiel reflejo de la continuidad inherente de su movimiento. Eso nos va a permitir trabajar con series de sueños y volvernos a colocar dentro del flujo y del contexto de todo nuestro movimiento onírico. Entonces el impulso interior de nuestro proceso de sueños queda a nuestra disposición, y esta es una ventaja muy grande para trabajar con la secuencia de nuestros sueños.
Registramos las experiencias que nos han llegado por medio de la Ensoñación Crepuscular en la sección de Expansión de Sueños. Mientras la experiencia está en marcha vamos registrándola por pedazos y partes, así como nos llega. Las entradas del Diario que hacemos en medio de un ejercicio crepuscular son breves informes de los eventos interiores que nos están ocurriendo. Aprendemos a escribir con nuestros ojos entrecerrados. Algunas veces la atmósfera de nuestra experiencia crepuscular es tan fuerte que nos agarra por un período considerable antes de que podamos apartarnos para hacer ni siquiera un registro rápido. En esas ocasiones tenemos que depender mucho de nuestra memoria mientras nos llegan las nuevas experiencias. En otros momentos, hacemos algunas notas breves, medio ilegibles, en que registramos cada nueva percepción, tal como nos llega, y volvemos rápidamente al estado crepuscular. Como la Ensoñación Crepuscular es al mismo tiempo espontánea y no guiada, es diferente cada vez que ocurre. La práctica de ella nos enseña a ser libres y flexibles con respecto a la profundidad de nuestra vida interior.
Cuando hemos terminado nuestra experiencia crepuscular y la tenemos registrada en la sección de Expansión de Sueños, podemos proceder a retrabajar un poco más con el material que nos ha llegado. Releemos todo nuestro sueño como tuvo lugar en nuestro estado crepuscular, como un todo. A medida que releemos, hacemos consciencia de los sentimientos y las emociones que tuvimos cuando estábamos realizando la experiencia. También vemos cómo tenemos nuevas reacciones a medida que leemos. Al registrar todas esas respuestas internas en la sección de Expansión de Sueños, estamos sumándolas al proceso continuo de nuestro sueño.
Al hacer esos apuntes hay algunas preguntas clave que nos pueden ayudar a enfocar nuestro proceso interior con el fin de reconocer y registrar lo que está ocurriendo dentro de nosotros mismos. ¿Qué sentimientos tuvimos mientras estabamos experimentando el sueño? ¿Cuáles eran la atmósfera y el tono de ese sueño? Y ahora, al releerlo como un todo, ¿qué emociones y qué intuiciones se despiertan en mí? Cuando releo mi Ensoñación Crepuscular noto algún movimiento o alguna dirección en esa experiencia? ¿Sientes que en su simbolismo hay algún tema particular o alguna pista de lo que ese mensaje quiere comunicarte? ¿Crees que esa dirección o mensaje estaba presente cuando la Ensoñación Crepuscular estaba teniendo lugar? ¿O solamente sientes esas insinuaciones e indicaciones ahora, después de haber hecho el registro y cuando estás releyendo el conjunto en tu estado actual de consciencia?
Cualquier otro pensamiento, o sentimiento, cualquier reflexión o percepción de cualquier clase que se le ocurran ahora debe añadirlos en esta sección de Expansión de Sueños. Cuando descendemos, como lo acabamos de hacer, al nivel crepuscular para expandir nuestro proceso onírico, nos encontramos con que se estimulan muy activamente muchas intuiciones internas acerca de nuestra vida, nuestro pasado, y las posibilidades de nuestro futuro. Cosas que sabíamos, o que medio sabíamos, pero que no teníamos consciencia de saber, vienen ahora al primer plano de nuestra mente. Antes nos parecían vagas e inaccesibles, pero una vez que las hemos registradoen eol Diario, podemos reflexionar con lucidez sobre ellas. Ideas que antes eran apenas insinuaciones y pálpitos, ahora pueden ser considedradas con espíritu crítico y de manera constructiva.
En esto reconocemos la paradoja más significativa que tiene lugar en la experiencia del Diario. Al trabajar con nuestros sueños y sus expansiones en el nivel crepuscular, donde los contenidos son en su mayoría no conscientes, no racionales, y más simbólicos que literales, experimentamos una inversión inesperada de la calidad de nuestra consciencia. Al salir de nuestro trabajo en el ámbito del inconsciente, en niveles ultrapersonales, descubrimos que nuestra consciencia adquiere mayor agudeza. Después de abrir nuestra psique al material simbólico en las profundidades crepusculares, nuestras percepciones del mundo exterior se vuelven más agudas y claras, y nuestra inteligencia se vuelve más rápida e incisiva que nunca antes. Se nos ocurren muchos pensamientos nuevos, presentimientos, intuiciones y premoniciones de todo tipo en relación con nuestra vida en general, pero también con proyectos específicos. Algunas veces, nos llegan a la consciencia en grandes cantidades, inundándonos con ideas e intuiciones. En esas ocasiones tenemos que aprender a regular ese flujo de manera que podamos recordarlo y registrarlo. En especial, esta abundancia de nuevos pensamientos que llega a nuestra consciencia al salir de las experiencias crepusculares no hay que perderla sino guardarla en nuestro diario para usarla en el futuro.
Asegurémonos, pues, de habe registrado en la sección de Expansión de Sueños todos los pensamientos y sentimientos, todo lo que ha venido a nuestra consciencia después de la experiencia de extender la Ensoñación Crepuscular. El contenido de mucho de eso tendrá relación con otras secciones del Diario. Con todo, no es necesario que nos preocupemos con el problema de donde deben estar esos apuntes y donde tendremos que trabajarcon ellos. La tarea importante por el momento es registrar estanueva fuente de material mientras está caliente y mientras está fluyendo espontánemanete. Por eso, escribimos en la sección de Expansión de Sueños todos los temas, así como nos llegan. Más tarde, cuando el movimiento de este material se ha tranquilizado, podemos comparar y distribuir los distintos temas en las otras secciones del Diario, y allí, en su contexto propio, explorarlos y ampliarlos con los ejercicios del Diario apropiados para la realimentación.
Una de las contribuciones más valiosas de nuestros seños consiste en darnos claves y guías para saber qué áres de nuestra vida deben ser reexaminadas. Como los sueños reflejansin censura lo que está sucediendo dentro de nosotros, ellos nos dirigen a las secciones del Diario donde hay trabajo por hacer. Las pistas de sueños pueden ser especialmente valiosas y facilitarán mucho nuestro trabajo del Diario si aprendemos a seguirlas. Esas pistas de sueños no nos dan por sí mismas la respuesta a nuestros problemas. De hecho, es importante abstenerse de interpretar en nuestros sueños algún significado particular que nos permita concluir que allí hay instrucciones específicas para nuestra vida. La mayor parte de las veces en que interpetamos un sueño en esa forma tan concreta como para decir que “Mi sueño me dijo esto y aquello” terminamos por descubrir que le atribuimos al sueño algo que no estaba necesariamente contenido en él. No estaba diciendo necesariamente lo que nosotros pensamos que nos estaba diciendo.
Con demasiada frecuencia atribuimos a nuestros sueños significados porque eso es lo que deseamos o porque es alogo que tememos. Los sueños son especialmente vulnerables a nuestra lectura en ellos de significados que ellos no están trasmitiendo. Los sueños no se pueden defender contra nuestra mala interpretación porque su estilo simbólico es inherentemente ambiguo y la gente tiene la endencia a ver en ellos o aquello que la gente está buscando, o aquello a lo que le tiene miedo. Según su temperamento, muchas personas usan sus sueños o bien para diagnosticarse ellas mismas, o bien para darse ánimo, adaptando los sueños como refuerzo delo que ellas ya creen. Además de eso, y como resultado de la era psicológica en que vivimos, es difícil pára mucha gente educarse en el pensamiento moderno sin absorber los conceptos de los psicoanalistas famosos como Freud o Adler o Jung o sus numerosos seguidores. Sin darse cuenta, leen sus sueños a la luz de esas teorías particulares y así encuentran significados que pueden haber sido válidos para la vida de Freud o la de Jung pero no necesariamente para su propia vida.
Fue el mismo Jung quien tuvo la honestidad de decir que todo sistema de teoría psicológica analítica, incluyendo la suya propia, es una “confesión subjetiva”. El también anotó un punto importantísimo, que su teoría particular de los arquetipos le impidió, con frecuencia, seguir en la práctica, acerca de que el contexto de la vida individual, expresada en una serie de sueños, es siempre la clave de lo que los sueños están tratando de decir. Adoptar cualquier línea particular de interpretación analítica produce el efecto de entrar en el sueño, y en la vida, desede afuera y con una teoría preconcebida. En ese caso se viola la integridad de la vida individual.
En los ejercicios de Realimentación del Diario tratamos de evitar la interpretación de los sueños para proteger la integridad del proceso interior de cada persona. En vez de analizar los sueños, promovemos su desarrollo por medio de su registro detallado y completo y a través de la expansión de su movimiento en serie mediante los procedimientos de la Ensoñación Crepuscular. Tanto delos sueños como de sus expansiones sacamos las claves y las directivas para saber en qué lugar de nuestras vidas, así como se reflejan en las distintas secciones del Diario, debemos explorar todavía más. Esas pistas de sueños nos indican los puntos de partida de nuevos ejercicios activos de Realimentación del Diario, que podemos realizar en la sección apropiada.
Es importante enender el principo que sirve de base a esta forma noanalítica de trabajar con los sueños. En primer lugar, reconocemos que el proceso integrador que avanza en lo profundo de cada persona es más fundamental que los mismos sueños y que la Imaginación Crepuscular. Los sueños son una de las formas por medio de las cuales se expresa ese mismo proceso y a través de los cuales indica hacia dónde está tratando de ir, señala sus problemas y bloqueos, lo mismo que sus requisitos. Si le ponemos cuidado a nuestros sueños es para poder recibir esos mensajes de guía interior que brotan desde lo profundo de nosotros mismos.
Sin embargo, los sueños tienen sus limitaciones. La primera es que muchas personas no recuerdan sus sueños. La forma en que lo expresan suele ser: “Pero, Doctor, yo no sueño!” Sabemos, por supuesto, que todo el mundo sueña, puesto que el proceso de soñar esuna parte inherente de nuestro organismo psíquico. Es, con todo, cierto que solamente recordamos, cuando estamos despieertos,una mínima parte de nuestro sueño nocturno. También es cierto que mucha gente no recuerda para nada sus sueños, a menos que la presión de circunstancias particulares los vuelva sensibles a ciertos sueños “grandes”, que tienen un impacto especial, o a menos que esas personas se impongan la disciplina de registrar sus sueños en la mitad de la noche, enel momento en que tienen el sueño. La mayor parte de nuestro sueño nocturno se nos pierde, y esa es la razón por la que mucha gente cree que no sueña. Esta limitación es seria, especialmente si confiamos que nuestros sueños sean la via parincipal, o como la llama Freud, el “camino real” para llegar a los contenidos de nuestros niveles inconscientes.
La segunda limitación y probablemente la que tiene más consecuencias es el hecho de que el lenguaje de los sueños es demasiado ambiguo. Los sueños no hablan literalmente como nuestra conciencia racional. Usan un estilo simbólico, dramatizan sus temas y hacen referencias veladas, indirectas, alusivas. Esta es la razón por la que a lo largo de los siglos ha sido necesario analizar einterpretar los sueños para saber que están diciendo. El lenguaje de los sueños no es racional y, por consiguiente, ha sido necesario tener algunos medios dehaceer que los sueños “sean razonables” si queremos tener acceso a sus mensajes para un uso consciente en nuestras vidas. Encontrar lo racional en la aparente irracionalidad del lenguaje onírico es la meta de todos los intentos de intepretación, bien sea por inspiración divina, como el caso de José en el Antiguo Testamento, bien sea mediante los conceptos analíticos de Freud y Jung.
Estas dos limitaciones de los sueños no nos deben, sin embargo, oscurecer el principio más fundamental, y la meta, desoñar como un factor esencial de nuestra vida interior. Aparentemente hay un proceso primario de la vida que se mueve en nuestro interior, llevando consigo un conocimiento intuitivodirecto de las necesidades integrales de cada existenciaindividual. Cuando este proceso se expresa en los sueños, el lenguaje simbólico de las profundidades no racionales que usa es ambiguo y es susceptible de ser mal interpretado; pero hay muchas indicaciones de que este proceso fundamental de la vida está tratando, en realidad, de hacerse accesible a la consciencia y ponerse al alcance de nuestro entendimiento racional. Es obstaculizado por el hecho de su simbolismo, que no solamente es ambiguo en los sueños, sino también en la imaginación crepuscular.
Es en este punto cuando el empleo de las pistas de sueños suministra ayuda muy valiosa al proceso profundo que se expresa en el sueño; por este medio, dicho proceso se libera de las ambigüedades del simbolismo al permitírsele moverse a través de sus sueños y de sus imágenes hacia las áreas específicas de la experiencia vital en que se está necesitando sus mensaje.
Para ver cómo podemos encontrar y seguir una guía de sueños, pongamos un ejemplo. Supongamos que soñamos con una perona a quien no hemos visto hace muchos años y en quien tampoco hemos pensado conscientemente. Podemos especular intelectualmente sobre lo que eso o esa persona representan para nosotros, pero corremos entonces el riesgo de hacer un análisis artificial que falsificará nuestro sueño al leer algo en él. Estaremos también deteniendo el movimiento de nuestro proceso onírico segmentándolo mediante conceptos analíticos. En lugar de ello, nos quedamos directamente con los contenidos del sueño, pero les damos el sitio y la oportunidad para que continúen desarrollándose por sí mismos.
En el ejemplo que estamos usando, están disponibles, comoun primer paso, un número de opciones que dependen de los sentimientos que experimentemos cuando releemos el sueño. En general, lo mejjor es proceder tan concretamentecomo sea posible, sin alejarnos del contenido actual del sueño. Comenzamos por evocar los recuerdos de nuestras relaciones con esa persona, los sitios en los que estuvimos juntos, las situaciones, los eventos, las emociones que asociamos con ella. A medida que esos recuerdos nos llegan, los apuntamos en el Registro Histórico de laVida. Mientras escribimos, nuestras descripciones se abrirán y se ampliarán por sí solas. Un recuerdo engendra otro.
Mientras continuamos con esto, encontramos que se estimulan dentro de nosotros intuicioneds adicionales. Nos damos cuenta, por ejemplo, de que esa perona que apareció en nuestro sueño estaba identificada muy de cerca con una decisión que nosotros tomamos en una época anterior de nuestra vida, una decisión que nos llevó a seguir un camino y dejar otros. No habíamos pensado que esa persona tuviera que ver con eso, pero ahora la asociación nos aparece con toda claridad. Siguiendo nuestra pista de sueños, vamos a la sección de Cruces de Camino, o Inteersecciones, del Diario. Describimos las circunstancias en ese cuce de caminos de nuestra vida. A medida que desenvolvemos nuestras memorias retornamos a la situación de ese tiempo pasado, y se reactivan muchas emociones y presagios. También registramos todo eso.
Mientras agregamos esas notasadicionales nos preguntamos a qué otras secciones del Diario estamos siendo guiados. ¿Hay nuevos indicadores que nos son sugeridos a medida que avanzamos? Puede suceder que mientras estemos describiendo esa intersección de nuestra vida, recordemos la escogencia que hicimos y de los otros caminos no tomados por influencia de esa amistad. Tal vez escogimos un campode estudio, o una oportunidad de negocios, o un cambio de residencia. Siguiendo la dirección de nuestro Diario, podemos ir a la sección de Diálogo con los Trabajos para explorar el significado actualde esa ruta laboral que no seguimos en esa oportunidad anterior. También podemos ir a la sección de Diálogo conPersonas para restablecer nuestra relación con la persona que apareció en nuestro sueño y tal vez con otros que aparecieron en nuestra memoria mientras seguíamos esta pista de sueños.
En este momento es claro que se han generado un impulso exploratorio y una nueva experiencia a partir del sueño. Ahora estamos siendo llevados en una dirección que nos descubre cada una de sus vueltas con cada nuevo ejericios que hacemos. Un paso lleva al siguiente como en una cadena ininterrumpida. En este sentido, se puede ciertamente afirmar que el movimeitno interior de nuestro proceso profundo que se reveoló en nuestro sueño ha podido desenvolverse por sí mismo en una forma totalmente abierta. Se está desenvolviendo y encontrando su dirección, en sus propios términos, dentro del contexto de la historia de nuestra vida individual.
Es también significativo apuntar que mientras el sueño se nos presentó originalmente con un simbolismoambiguo, la progresión de nuestros ejercicios en el Diario vuelve su mensaje para nosotros cada vez más claro en el contexto de nuestra experiencia cotidiana. El seguir las pistas de nuestro sueño nos guía a través de la combinación de ejercicios de nuestra Realimentación del Diario y posibilita que el proceso orgánico de profundidad de nuestras vidas se mueva más allá de la oscuridad de los sueños hacia una mayor claridad en su comunicación de los mensajes que nos trae para nuestra vida actual.
Con esta perspectiva, releamos ahora nuestras notas para encontrar las pistas de sueños que nos resultará útil seguir a fin de realizar la Realimentación del Diario. Regresamos a los sueños que hemos descito en el Registro de Sueños. Los sueños recientes son especialente valiosos para este propósito. Ahora que manejamos este método, podemos mirar nuestro nuevos sueños así como se presentan, para ver qué pistas nos dan para una exploración ulterior en nuestras vidas, por el camino de las otras secciones del Diario. Siempre nos hacemos la pregunta: ¿dónde más me sugieren estos sueños que trabaje en mi Diario? Así encontramos nuestras pistas de sueños. Es conveniente mantenernos lo más actualizados posible con nuestros nuevos sueños. Cuanto más pronto les permitamos guiarnos a las secciones apropiadas del Diario, tanto más pronto podrán comunicarnos sus mensajes interiores y tanto mayor será el impulso que nos den hacia las nuevas direcciones a donde ellos están guiando la construcción de nuestras vidas.
Aunque es importante trabajar con nuestros sueños más recientes, no debemos olvidar nuestros sueños más antiguos. Ellos pueden contener pistas que resultan muy valiosas en elmomento actual pero que se nos habían pasado por alto en el pasado. De hecho,aun cuando nosotros trabajemos con nuestras pistas de sueño sobre la base de su actualidad, es bueno remontarnos a todos nuestros sueños de cuando en cuando, hojeando el Registro de Sueños, buscando pistas de sueños que no habíamos reconocido anteriormente.
Después de que hayamos leido nuestro Registro de Sueños, continuamos trabajando en la sección de Expansión de Sueños para buscar nuevas pistas. En este aspecto, nuestras experiencias de Ensoñación Crepuscular son con frecuencia espeialmente fértiles, muy posiblemente porque se hallan un paso más cerca de nuestra consciencia que los sueños que nos llegan mientras dormimos. Otro tanto se puede decir de nuestras Imágenes Crepusculares. Podemos hallar valiosísimas pistas de sueños no solamente en las secciones de sueños, sino en el Registro de Imágenes Crepusculares o en su continuación el Registro de Expansión de Imágenes. Sacando nuestras pistas de todas estas secciones y expandiéndolas con ejercicios de realimentación en otros sitios de nuestro Diario, logramos canalizar nuestras experiencias más profundas hacia las actividades de nuestra vida ordinaria. Recíprocamente, ello quiere decir que la fuente activa y disponible de nuestra vida consciente está en nuestra vida profunda.
Trabajar con pistas de sueños tanto de nuestro sueño como de los niveles crepusculares nos ofrece un recurso formidable para descubrir y desarrollar las potencialidades de nuestra vida. Resulta obvio que este tipo de ejercicio no ni rápido ni sencillo. Es más bien una actividad continuada que se va expandiendo siempre más. Podemos traajar en eso todo el tiempo que queramos, largo o corto, pero cuanto más habilidad desarollemos para descubrir pistas de sueños y expandirlas en otros ejercicios del Diario, tanto más lograremos penetrar en las más ricas fuentes de nuestras vidas individuales.
Hemos estado trabajandocon el nivel interno de la realidad que se mueve en la dimensión profunda de nuestra experiencia. Nuestros sueños nos llegan con frecuencia en extrañas formas simbólicas, desde rincones escondidos dentro de nosotros, y la expansión de nuestro sueño en el nivel crepuscular también está más allá de nuestro control. Hagámonos ahora la pregunta de qué correlación puede existir entre lo que experimentamos en nuestras profundidades y las experiencias que estamos teniendo en la superficie de nuestras vidas.
Esta es una preunta importante, pero no tratemos de responderla pnsano en ella. Podemos abordarla indirectamente y dejar que elmirar elmovimiento interior de nuestras vidas nos de la respuesta que buscamos.Una vez más nos sentamos en paz y tranquilidad. Cerramos los ojos y dejamos que nuestr respiración se tranquilice.Nos dejamos resbalar hacia la tranquilidad. No pensamos. La lentitud de nuestrq respiración y el vacío de nuestramente nos permite sentir el proceso de nuestras vidastalcomo está ocurriendo dentro de nosotros. No pensamos en qué consiste. No lo tratamos con nuestro pensamiento. Dejammos que se nos presente. Dejamos que se nos muestre por sí mismo y que se nos declare en su popio tiempo.
Cuando la quietud se afirma dentro de nosotros, con nuestros ojos cerrados, nos trasladamos a la serie original de sueños con la que comenzamos a trabajar. Nos metemos en esos sueños lo más que podamos. Vemos de nuevo esos sueños y volvemos a sentir el tono emocional que ellos tenían. Es mucho más importante sentir su movimiento y sobretodo el ritmo desu movimientoque los detalles de esos sueños.
Por ejemplo, senimos la energía de las flores que crecen en nuestro sueño, como florecen y cómo se marchitan. Y sentimos el movimiento de la semilla que se rompe bajo tierra y brota en la superficie como verdes retoños tiernos. Sentimos el movimiento de estar sumergidosen nuestro sueño, de pelear con furia, de perseguir, de escapar, de descubrir, de derribar y de reconstruir. Cualquier cosa que ese sueño nos presente, nosotros sentimoslas fases del cambio en eltono y en el ritmo de los movimientos que tienen lugar en el sueño. Sentimos todo eso ensilencio.
A continuación, añadimos a los sueños nuestras experiencias de Ensoñación Crepuscular. Los colocamos uno junto al otro y los sentimos como una misma continuidad que se mueve dentro de nosotros. Sentimos el despliegue y el avance de su movimiento como un todo.
Cuando la experiencia de todo esto llega a su plenitud, nos detenemos en ella. Detenemos nuestro movimiento. Lo detenemos donde esté, como si lo tuviéramos en la mano. Detenemos nuestra experiencia interna de la dimensión profunda como una base mientras le juntamos el movimiento equivalente que ha tenido lugar en el nivel exterior de toda nuestra vida.
Con os ojos cerrados, ahora, retrocedemos sobre las secuencias de nuestra vida. Recapitulamos en nuestras mentes el esquema de sucesos que hemos listado en nuestros Hitos de la Vida. Sentimos los ritmos de cambio y variación entre ellos, y, sobre todo volvemos a experimentar el flujo y la combinación de circunstancias que nos trajeron hasta el momento actual de nuestra vida. En nuestra quietud interior, con nuestros ojos cerrados, sentimos todo el avance de nuestra vida entera hasta el momento presente. Ahí están incluidos los sucesos externos y los sucesos internos. Lo que queremos sobre todo percibir y experimentar dentro de nosotros son las grandes tendencias del movmiento de nuestra vidas. Sentimos todas esas tendencias, los planes que hicimos, los obstáculos que encontramos para cumplirlos, los desvíos y las desilusiones, las esperanzas renovadoras y los temores, las resoluciones que hicimos, las decisiones que no tomamos y las que nos esperan.
Observamos el movimiento completo de nuestra vida como se ha desarrollado hasta el día de hoy. Muchos aspectos de nuestra vida se nos han abierto y nos han llamado la atención mientras trabajamos en las distintas secciones del Diario. También los incluimos así como nos llegan, para lograr que este momento seconvierta en una experiencia de total reunificación con respecto al movimiento de nuestra vida.
Mientras hacemos esto, es importante darnos tiempo suficiente para permitir que se lleve a cabo el proceso de integración interior y que él imponga su propio tiempo.
Está uno sentado en total quietud. Tiene uno los ojos cerrados, en una atmósfera de meditación, aun de silencio, de oración sin fórmulas. Está uno experimentando de nuevo el movimiento esencial de la vida de uno en la nueva forma en que se está llevando acabo.
En un momentico, mientras eso está sucediendo, estará uno listo para el siguiente paso importante en este proceso de correlación de la vida. Sentado en esta paz, mientras va tomando forma dentro de uno el flujo de la propia vida, experimente la unidad de unidad que se va produciendo. Manténgase sensible a él, sienta su totalidad internamente. Lo que siente es la realidad de su vida como un todo. Va tomando forma. Se puede tocar, es tan definida que se puede tener en la mano.
Hágalo ahora, en el nivel simbólio de las imágenes. En cualquier forma en que se le presente su vida, téngala en su mano. Cójala en su mano derecha. Esto es el símbolo de que usted está poniendo su vodaen el lado derecho de su mente. Es la consciencia de su vida, ya que su vida se ha desplegado en el nivel exterior de la experiencia.
Y ahora, todavía en el nivel crepuscular, agarre en su mano izquierda el movimiento combinado de sus sueños nocturnos y su ensoñación crepuscular que ya juntó antes. Simbólicamente lo que tiene en su mano izquierda es el movimiento unificado de su vida interior no consciente, mientras en su mano derecha usted tiene la continuidad esencial de su vida exterior consciente. Balancéelas una con la otra. Balancéelas en su relación entre ellas. Como si usted tuviera una balanza en su mente. Deje que los dos lados se igualen de tal forma que la balanza interior llegue a un equilibrio armónico.
Cuando los dos lados se equilibren, puede preguntarse qué tienen que decirse los dos lados de su vida entre ellos y qué le dicen a usted cuando los compara uno con otro.
Mientras ambos lados se equilibran, manténgase especialmente abierto a cualquier imagen, sentimiento, pensamiento, intuición, reconocimiento, idea, percepción, emoción, y sobre todo a las nuevas inspiraciones y planes que surjan en ese momento. Este no es el momento para reflexionar o deliberar, sino para mantenerse muy receptivo a cualquier experiencia que aparezca espontáneamente dentro de uno. El proceso de correlación de la vida que permite establecer la relación recíproca entre los opuestos de la experiencia humana, entre el interior y el exteriior, entre el consciente y el inconsciente, es muy productivo para comprender nuevas cosas. Es un proceso de equlibrio interior, de autointegración no analítica. Cuando los opuesto se colocan lado a lado de manera neural, no interpretativa, se producen, por sí mismas, nuevas síntesis integradoras.
Por ello es importante ser receptivo y observador cuando se practica la correlación de vida del interior y el exterior. Hay que tomar nota de todas las nuevas experiencias que se le presentan a uno ahora y consignarlas en la sección de Expansión de Sueños. Regístrelas y descríbalas con todos los detalles que se le ocurran. Pero ni las juzgue ni las interprete en el momento en que le llegan. En ese momento puede que no capte el significado para su vida. Pero descríbalas en el Diario y luego, más tarde, expándalas, teniendo cuidado de registrar todas las consideraciones adicionales que ellas le evoquen. Verá que cuando lo haga muchas veces le darán pistas de realimentación quele resultarán valiosísimas para arir nuevas áreas de su vida en otras secciones del Diario.
Se puede ver que de los distintos modos de proceder de que disponemos para trabajar con nuestros sueños que el proceso de Expansión de Sueños se puede llevar a numerosos aspectos y sucesivos niveles de profundidad. Trabajar con la serialidad de los sueños nos da una protección básica contra nuestra tendencia inadvertida de mezclarles interpretaciones analíticas, y además preserva la cualidad de flujo que esd inherente al proceso onírico. Los métodos de la Ensoñación Crepuscular nos permiten entrar de nuevo en el proceso delos sueños, y sacar de lo profundo de los sueños las semillas de experienciasfrescas que se pueden recordar, registrar y expandir con facilidad. El proceso de correlación de vida nos permite movernos entre los opuestos de nuestras vidas interior y exterior,en tal forma que ambas se encuentren en un equiibrio autosustentado, y se produzcan nuevas síntesis integradoras. Sin embargo, lo más importante de todo, son las pistas de sueños que obtenemos mediante la expansión de nuestro soñar y que insertamos entre el despliegue de la totalidad de nuestra vida. Esto nos facilita surtir el Proceso de Realimentación continuamente, desde las mismas profundidades de nuestro ser cuando realizamos las integraciones progresivas de nuestras vidas interior y exterior.
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